La justicia peruana ordenó este sábado el arresto domiciliario del expresidente Pedro Pablo Kuczynski mientras es investigado por un lavado de activos vinculado con la constructora brasileña Odebrecht.
Kuczynski, de 80 años, se hallaba internado en una clínica local a la espera de que le sea colocado un marcapasos, dijo a los medios su abogado, César Nakazaki.
El expresidente presenta riesgo de muerte súbita, “hipertensión arterial y arritmia cardíaca compleja”, según un informe de la clínica Angloamericana, donde se encuentra internado desde la semana pasada.
La fiscalía modificó el viernes su petición inicial de encarcelar por tres años a Kuczynski.
El expresidente es investigado por lavado de activos con el agravante de su supuesta pertenencia a una organización criminal. Los delitos por los que se le investiga están ligados a la construcción de una carretera que une Brasil con Perú, así como otra obra de infraestructura para irrigar zonas desérticas del norte del país. Ambas fueron adjudicadas a Odebrecht.
Entre semana, el principal exejecutivo de Odebrecht en Perú confirmó en un interrogatorio realizado en Brasil que la constructora otorgó 300.000 dólares a la campaña presidencial de 2011 de Kuczynski, en unas elecciones que el economista perdió.
La fiscalía sospecha también que Kuczynski y un socio habrían recibido más de dos millones de dólares de Odebrecht por trabajos de consultoría.
Kuczynski fue uno de los funcionarios clave durante el gobierno del expresidente Alejandro Toledo (2001-2006), quien a su vez enfronta una solicitud de extradición desde Estados Unidos acusado de recibir sobornos por más de 20 millones de dólares de la constructora brasileña.
Kuczynski, que se convirtió en mandatario llevando la bandera de la lucha contra la corrupción, llegó a la presidencia en 2016 y renunció en 2018 por un escándalo ligado a una supuesta compra de votos de legisladores de la oposición a cambio de favores políticos. Martín Vizcarra, su primer vicepresidente, completará el mandato que termina en 2021.
Todos los presidentes que han gobernado Perú desde 2001 tienen cuentas pendientes con la justicia por sus nexos con Odebrecht. Toledo afronta un pedido de extradición y Ollanta Humala (2011-2016) también estuvo preso entre 2017 y 2018. Alan García (2006-2011) se suicidó para evitar ser arrestado.
En 2016 la compañía constructora admitió que pagó sobornos para obtener jugosos contratos en casi toda Latinoamérica.
Lima / AP
