A un año de la entrada en vigor del aumento de la gasolina subsidiada a cinco mil bolívares el litro y 0,50 dólares en las estaciones de servicio internacional, propietarios de vehículos en la zona norte de la entidad señalan que las irregularidades para surtir el combustible siguen vigentes.
El conductor Bruno Sánchez, residente de Barcelona, señaló que para llenar los tanques de los automóviles: “hay que hacer vigilia, contar con suerte o tener verdes (dólares)”.
Indicó que aún se ve en la obligación de dormir en las filas para poner a rodar su carro.
“Ya no se trata tanto de amanecer en la cola de la gasolinera, sino saber qué gasolinera va a despachar porque últimamente las que venden a precio subsidiado no están laborando”, dijo.
Franleidy Simoza comentó que la dificultad para adquirir combustible varía en el tiempo y no ven el día que esta situación termine.
“La crisis del combustible también deteriora nuestra calidad de vida, es un flagelo que se suma a los problemas que se agravan día con día, como la falla en el resto de los servicios públicos, la división política, la separación familiar", apuntó.
“Las bombas internacionales siempre están surtidas y son el resuelve de los que necesitamos movilizarnos. Yo no gano en dólares, pero tengo que usarlos para echar gasolina y llevar a mi esposa a su tratamiento médico”, expresó el señor José Alberto González.
Señaló que en lo que va de año no ha logrado surtir su carro en una estación de servicio subsidiada porque se maneja una cantidad límite de vehículos por día.
Puerto La Cruz / Milena Pérez
