Lejos de cumplirse quedó la expectativa de una mejor distribución de agua potable, luego de la instalación de un motor y bomba electrosumergible en la balsa-toma flotante del acueducto de Soledad, que envía el agua del río Orinoco hasta la planta de tratamiento ubicada en La Encaramada.
Según informan vecinos y organizaciones que hacen vida en el municipio Independencia, las zonas altas todavía no han podido recibir el líquido, como ocurre en algunos sectores bajos.
La señora Norys Velásquez estima que alrededor de 15% de las comunidades de la parte baja de Soledad siguen sin el suministro, por lo que dependen del agua que compran por sus propios medios, pues las cisternas pasan “muy, pero muy poco”.
Manifestó que, incluso, hay sectores, que por razones que desconoce, tienen hasta 10 años sin ver agua por los grifos y cuyas familias se ven obligadas a ir a otros barrios para abastecerse, a fin de evitar gastar dinero en ello.
Explicó que la bomba que instaló la alcaldía hace tres días fue trasladada a Puerto Ordaz para su reparación y 15 días antes de eso ya vivían angustiantes momentos de sequía.
La vecina comentó que ese no sería el único problema en esa estación de succión y bombeo, porque también las tuberías “parecen un colador".
El coordinador de Encuentro Ciudadano en el municipio Independencia, César García, dijo que por el monitoreo que se hace en las comunidades, se calcula que 70% de la capital de la jurisdicción continúa sin agua, pese a la reparación hecha en la balsa toma.
Puntualizó que la mayoría tiene más de 20 días haciendo sus quehaceres diarios con la poca que tienen almacenada en pipotes.
Adicional a eso, los vecinos recurren a pozos para abastecerse, para lo cual deben hacer colas kilométricas, acotó.
Barcelona / Milena Pérez