Edson Arantes Do Nascimento, mejor conocido como El Rey Pelé, dejó una huella imborrable en las Copas del Mundo organizadas por la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) al erigirse como el primer y único astro que ganó tres ediciones del evento.
El mítico 10 de Brasil, que compartió la distinción de Mejor Jugador del Siglo XX con el fallecido argentino Diego Maradona, fue la gran figura de su selección cuando se impuso en los torneos Suecia 1958, Chile 1962 y México 1970.
En esas justas, en las que ayudó a que Brasil se adueñara del trofeo Jules Rimet -primera de las estatuillas que se entregaban a los monarcas-, tuvo un gran desempeño al punto de que culminó con 11 goles en 14 encuentros disputados en cuatro citas orbitales. Aparte de las ya mencionadas también intervino en Inglaterra 1966.
Con tanto sólo 17 años, y pese a que presentó una lesión en una rodilla antes del debut del Scrtach en Suecia 1958, El Rey Pelé irrumpió de manera impresionante en la cita balompédica más importante del orbe.
Participó en cuatro encuentros y convirtió seis dianas, para figurar segundo en la lista que encabezó el francés Just Fontaine, autor de 13 tantos en la misma cantidad de choques y quien estableció una marca para un Mundial que se mantiene vigente en 2022.
El amazónico anotó una vez en primera ronda para colaborar con el éxito 2-0 de Brasil sobre la extinta Unión Soviética. En cuartos de final marcó la diana con la que su tropa venció 1-0 a Gales.
En semifinales, maravilló al planeta al convertir un triplete para colaborar con la paliza 5-2 de Brasil sobre Francia y en la Gran Final movió las redes una vez para que La Canariña batiera 5-2 al anfitrión Suecia. De esa manera, alzó su primera Copa del Mundo en medio de lágrimas, pues representó una consagración inédita para Brasil.
En Chile 1962, con el portador de la franela 10 a la cabeza, Brasil se presentó como el máximo favorito para coronarse y así lo hizo, aunque El Rey Pelé no mostró su máximo potencial porque tenía problemas físicos.
Pese a las dolencias, anidó una diana en un careo de primera vuelta contra México, al que la verdiamarilla superó 2-0. En el empate 0-0 con Checoslovaquia y el triunfo 2-1 sobre España no pudo estremecer las mallas.
Sólo intervino en el cotejo contra los checos, porque presentó mucho dolor en la ingle y no pudo jugar más en ese evento en el que Amarildo y Garrincha suplieron su baja con creces, porque guiaron a Brasil a lauros en sucesión 3-1 sobre Inglaterra (cuatros de final), 4-2 sobre Chile (en semifinales) y 3-1 sobre Checoslovaquia (final) para levantar la Copa del Mundo.
En Inglaterra 1966, Brasil tuvo una actuación decepcionante al ser eliminado en primera fase. El elenco derrotó 2-0 a Bulgaria, con una anotación del Rey Pelé incluida, y después sucumbió con idéntico score de 3-1 ante Hungría y Portugal, respectivamente. En esos topes participó la luminaria sudamericana pero no marcó y se recuerda que en el desafío contra la tropa lusitana recibió una patada de Joao Morais que lo lesionó pese a los abucheos del público inglés.
Después de cuatro años y con 29 calendarios a cuestas, El Rey Pelé mostró su mejor versión con un Brasil que arribó a México 1970 con la intención de recuperar el gallardete que estaba en poder de Inglaterra y lo consiguió con una gran exhibición.
El crack surgido del Santos FC de Brasil logró un “grito sagrado” en la paliza 4-1 sobre Checoslovaquia. No anotó en el laurel 1-0 sobre Inglaterra y se hizo presente en el score en una ocasión en el triunfo 3-2 sobre Rumania.
Tras esos enfrentamientos de primera vuelta, El Rey Pelé no estremeció los guarales en el triunfo 4-2 sobre Perú en cuartos de final. En semis, tampoco aportó ofensivamente en el festejo 3-1 de Brasil sobre Uruguay.
El Rey Pelé exhibió lo mejor de su repertorio en la instancia definitoria y contribuyó con un gol en la paliza 4-1 sobre Italia, para darle a Brasil el tercero de sus cinco cetros. En ese desafío también dio una asistencia para que Carlos Alberto marcara una diana de alta factura.
Así cerró su labor en las Copas del Mundo y dejó un legado difícil de emular para los futbolistas que llegaron después, ya que siempre serán comparados con un atleta que único e irrepetible.
Valencia / Joseph Ñambre
