El paso vehicular por la carretera nacional troncal 9, entre Clarines y Boca de Uchire, continuó restringido este viernes, tal como lo anunció un día anterior el gobernador del estado Anzoátegui, Luis José Marcano, por el desbordamiento del río Unare.
Y es que la corriente del agua atraviesa la vialidad, a tan solo ocho kilómetros de distancia del desvío ubicado cerca de la estación de servicio Clarines. Supuestamente la afectación se extiende por un kilómetro más.
En este trayecto, se encuentran bajo el agua varias viviendas y fincas de sectores como Calcetas del Bagre, Pedeca y Minifincas, entre otros.
“El río ha arrasado con todo. Teníamos sembrado más de 600 matas de plátano, pimentón, maíz, el pasto del ganado. En esa agua se pueden conseguir babas y culebras porque tiene más de seis metros de profundidad”, comentó José Manuel Torito, uno de los damnificados.
El agricultor Arquímedes González recordó que desde 1979 no se desbordaba el río Unare. Sin embargo, reconoció que en esta ocasión superó los límites.
“En esta oportunidad ha sido feroz, porque le han cerrado muchos caudales al río para hacer fincas. Después de esto quedarán muchos daños en la vialidad, la cual deberá ser reparada”, expresó.
Desvío
Quienes se trasladen de Clarines a Boca de Uchire deben tomar como vía alterna la carretera vieja del sector Aguas Calientes, una vialidad que los conductores califican como una “quillotina”.
El gandolero Manglio Guevara manifestó que durante 45 minutos recorrió esta ruta que se encuentra llena de maleza y con el asfalto en mal estado. Les recomendó a las personas transitar con cuidado, porque debido a las condiciones, se forma solo un canal.
Clarines / Elisa Gómez