Los partidarios del derrocado presidente Evo Morales comenzaron a abandonar las barricadas instaladas en las carreteras que conducen a las principales ciudades de Bolivia después de que se llegó a un acuerdo el viernes por la noche para celebrar una nueva elección y lanzar conversaciones para poner fin a los disturbios que han cobrado al menos 32 vidas.
La nación andina ha estado en agitación desde que Morales se proclamó el ganador absoluto de sus elecciones presidenciales del 20 de octubre a pesar de las protestas generalizadas por las acusaciones de fraude electoral. Impulsado por el ejército, Morales renunció el 10 de noviembre y se exilió en México, diciendo que fue víctima de un golpe de estado.
Los partidarios de Morales comenzaron una ola de protestas y bloqueos de carreteras para exigir el regreso del primer presidente indígena de Bolivia y la renuncia de la autoproclamada líder interina Jeanine Añez. Los bloqueos de carreteras habían provocado escasez de alimentos y combustible en las ciudades.
El viernes por la noche, Yerko Núñez, ministro de obras públicas del gobierno interino, dijo que se había llegado a un acuerdo para mantener un "diálogo para pacificar el país".
"Han pedido garantías y se las vamos a dar", dijo a los periodistas, sin decir qué garantías habían exigido los partidarios de Morales. El diálogo comenzaría el sábado por la tarde.
Minutos antes, los políticos del partido Movimiento hacia el Socialismo de Morales y el gobierno interino dijeron que se había llegado a un acuerdo para enviar al Congreso un proyecto de ley para convocar una nueva elección presidencial.
El senador Oscar Ortiz, del gobierno interino, dijo que el acuerdo anularía las elecciones del 20 de octubre. El proyecto de ley será presentado al Senado este sábado por la mañana y, si se aprueba allí, se enviará a la cámara de diputados.
Aún no se ha establecido una fecha para una nueva elección, pero debe ser dentro de los tres meses posteriores a la toma de posesión del gobierno interino tras la renuncia de Morales.
Contexto
Las imágenes de televisión mostraron vehículos que pasaban por las barricadas de las calles el viernes por la noche y autos que circulaban por una planta de gas en la ciudad de El Alto, cerca de La Paz, que había sido un punto de conflicto.
Una declaración de las organizaciones sociales pro Morales ordenó a sus fuerzas que se retiraran de las barricadas pero que mantuvieran una posición de emergencia hasta que el Congreso aprobara las nuevas elecciones.
La senadora Shirley Franco dijo que ni Morales ni su vicepresidente, Álvaro García Linera, podrán participar en las nuevas elecciones. La exclusión pretende honrar los resultados de un referéndum de 2016 que rechazó el intento de Morales de cambiar la constitución de Bolivia para poder buscar un cuarto mandato.
Efraín Chambi, miembro del partido Movimiento hacia el Socialismo de Morales, dijo que "la constitución debe seguirse".
La madrugada del viernes, el gobierno interino acusó a Morales de terrorismo y sedición por supuestamente organizar bloqueos de carreteras destinados a evitar que la comida llegue a algunas ciudades.
La Paz / AP
