El 1º de enero de 2024 Nicolás Maduro dio una entrevista al periodista español Ignacio Ramonet donde, entre otros temas, repasó la actualidad económica del país. Durante la conversación de 1 hora y 17 minutos el mandatario nacional hizo un balance del año 2023 y dijo:
“Venezuela logró el nivel de abastecimiento de su mercado interno, más alto de los últimos 25 años. 97% de abastecimiento. En lo fundamental con producción propia”.
En la entrevista, que fue difundida por diversos medios de comunicación (1, 2), Nicolás Maduro menciona que en los últimos años el gobierno venezolano se ha esforzado por potenciar la producción nacional manteniendo una política clara de importación complementaria.
Según una nota de prensa, el equipo de Cotejo.info y del Observatorio Venezolano de Fake News (OVFN) fijó su lupa periodística en la afirmación hecha por el mandatario nacional, con enfoque en el 97 % de abastecimiento interno, y tras revisar una serie de datos expuestos por especialistas y gremios independientes se concluye que se trata de una media verdad.
Aunque los supermercados en el país lucen abastecidos, representantes de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro) y de la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga) entrevistados para esta verificación (ante la ausencia de datos actuales) señalan que esto es un espejismo.
Según expertos consultados por este equipo verificador, al no haber rotación de mercancía, por el bajo poder adquisitivo del venezolano, los anaqueles lucen abastecidos, pero esto no significa que en condiciones normales la demanda de alimentos se cubre. Destacan que los niveles de operatividad de los campos alcanzan un 37% con lo que se podría cubrir entre un 40 y un 42% de la demanda nacional.
Además, una verificación previa publicada el 2 de mayo de 2022 y titulada Delcy Rodríguez: Venezuela alcanzó en el 2021 un abastecimiento de alimentos del 89% da cuenta de que las cifras elevadas sobre el abastecimiento interno forman parte de un discurso político reiterativo de parte de los voceros del gobierno. En ese entonces, la afirmación de la vicepresidenta de la República también arrojó el calificativo de media verdad, dado que los datos de producción del sector agrícola nacional -en distintos rubros- tampoco coincidían con el porcentaje oficial.
Los productores en Venezuela siguen esperando un espaldarazo del gobierno para incrementar la producción nacional. En conversación telefónica con el equipo de Cotejo.info y del Observatorio Venezolano de Fake News (OVFN), José Gregorio Mendoza, representante de Fedenaga, señala que la falta de inversión en el campo influye negativamente en la capacidad para abastecer al país.
De acuerdo con los datos que maneja Mendoza, en el 2023 la producción agrícola cubrió entre el 40 y el 42% de la demanda nacional. Esto representa un aumento del 22% en comparación con el 2021, cuando la producción era de un 20%. Aun así, el experto considera que los números podrían ser mayores si se contara con respaldo gubernamental.
“No tenemos ni repuesto para los tractores, ni combustible. Los agricultores estamos haciendo milagros”, dijo Mendoza quien señala que en muchas ocasiones los productores trabajan a pérdida. “Lamentablemente la agricultura de puerto está acabando con el campo”.
La ausencia de financiamiento por parte del estado venezolano es un tema que se viene denunciando con frecuencia en los medios de comunicación. En marzo de 2023, Celso Fantinel, presidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro), dijo en una entrevista concedida al programa Primera Página Globovisión que para el 2022 se invirtieron 600 millones de dólares en la producción de arroz, pero sólo se obtuvo una cuarta parte (124 millones) proveniente de créditos.
En agosto de 2023 Saúl López, presidente de la sociedad venezolana de Ingenieros Agrónomos y Afines, denunció que de 1.500 millones de dólares en crédito que llegó a tener el productor venezolano en su mejor momento, ahora mismo cuenta con una disponibilidad crediticia inferior a los 200 millones.
A pesar de ello, el país ha experimentado un alza en la producción de algunos rubros. En el 2023, por ejemplo, en Venezuela fueron sembradas 285.000 hectáreas de maíz, 30.000 hectáreas más que las cosechadas en el 2022. En arroz hubo una caída de 231 toneladas por factores climáticos.
Según datos suministrados por la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea), en 2023 hubo un aumento en la producción de alimentos del 38 % en comparación con el 2022. Hasta 14 sectores que integran la cámara reportaron mejoras con relación al año anterior, a pesar de que la agroindustria opera con un 37% de su capacidad instalada.
Otro de los rubros que alcanzó estabilidad en Venezuela, durante el 2023, fue la carne. Una nota publicada por el diario TalCual en marzo de 2023 señala que el consumo de carne per cápita estuvo durante el primer trimestre del año 2023 entre los 8 y los 12 kilos. Esto representa un alza del 50% en comparación con años anteriores, pero sigue estando por debajo de los parámetros internacionales que establecen el consumo por persona entre los 24 o 25 kilos de carne de res al año.
Armando Chacín, presidente de Fedenaga, dijo en conversación telefónica con el equipo de Cotejo.info y del Observatorio Venezolano de Fake News (OVFN), que durante el 2023 no hubo desabastecimiento de carne o leche en el país; sin embargo, menciona que esto obedece mayormente a la poca rotación que tienen los productos.
“En estos momentos el país está abastecido, pero esto es porque las personas están consumiendo entre 8 y 10 kilos de carne de res cuando deberíamos estar por encima de 25 en cuanto al consumo. Esto es un problema de poder adquisitivo. No todos tienen para consumir las proteínas que requieren. Si mañana todo el mundo tuviera para consumir lo que exigen los organismos internacionales quizás nos las viéramos un poco duras”, puntualizó Chacín.
Las declaraciones de Chacín van de la mano con una nota publicada en junio de 2023 por el portal DW.com, donde señalan que Venezuela encabeza la lista de los 10 países con la inflación nominal de alimentos más alta del mundo, registrando un 414%. Le siguen en la lista países como Líbano (280%), Zimbabue (256%), Argentina (117%), Surinam (71%), Egipto (66%), Sierra Leona (58%), Ghana (54), Turquía (54%) y Haití (46%).
La desinversión en el sector agrícola hace que Venezuela siga dependiendo de la importación. Los datos que maneja Fedeagro señalan que, aunque hay un crecimiento sostenido en la producción de algunos rubros durante el 2023, el país importó 3.000 millones de dólares en alimentos que se podrían producir en Venezuela. Esto representa un aumento en comparación con el año 2022, cuando se invirtieron 2.400 millones de dólares en rubros importados.
En una nota publicada por el portal Banca y Negocio, el presidente de Fedeagro, Celso Fantinel, sostiene que sigue trayendo materia prima o productos terminados del extranjero, algo que se puede solucionar con una inversión sostenida en el campo venezolano. En el balance del dirigente gremial se menciona que el país sembró 850.000 toneladas de maíz blanco cuando el consumo debe estar cercano a las 900.000 toneladas.
“Ya superamos el 80% de las necesidades. Se van a producir alrededor de 500.000 toneladas de maíz amarillo y el consumo ya debe estar en 900.000. Eso habla de que estamos en el 60% del consumo”, afirmó Fantinel.
En septiembre de 2023, el gobierno de Venezuela anunció un acuerdo con China para empezar a exportar algunos rubros como el aguacate. En este sentido, Fantinel sostiene que es necesario ir con calma, pues asegura que el país no está en condiciones para exportar grandes volúmenes.
Es una media verdad que Venezuela alcanzó el abastecimiento interno con 97% de producción nacional. Ante las evidencias ya expuestas, el equipo de Cotejo.info y del Observatorio Venezolano de Fake News (OVFN) concluye que aunque la agroindustria viene experimentando un crecimiento sostenido en los últimos años y los anaqueles lucen abastecidos, en el país persiste la inversión de altas sumas de dinero para la importación de alimentos y materias primas.
Especialistas y voceros del sector agrícola consideran que la desinversión hace que Venezuela no haya alcanzado los niveles de producción idóneos en los principales rubros alimenticios y que la oferta de productos como la carne es mayor que el consumo, debido a la pérdida de poder adquisitivo, lo cual da una sensación engañosa de abastecimiento.
Datos de Fedeagro señalan que durante el 2023 aumentó la cifra invertida para la importación de alimentos a 3.000 millones de dólares, 600 millones más que en lo invertido en 2022 (2.400 millones).
Caracas / Redacción Web
