Varias organizaciones no gubernamentales exigieron el 20 de junio la liberación de dos agricultores que fueron detenidos en los últimos días, luego de que, en protesta por la falta de gasolina, estos arrojaran al río cosechas que no pudieron trasladar hasta los centros de comercialización.
Las detenciones las dio a conocer el fiscal general, Tarek William Saab, a través de Twitter, donde informó que los productores agrícolas Ysnet Rodríguez y Jhonar Barazarte fueron capturados por haber violado la Ley de Precios Justos, lo que las autoridades consideran un «boicot».
Ambos, indicó Saab, destruyeron «gran cantidad» de tomates y zanahorias, lo que representa un «boicot».
La ONG Provea calificó las detenciones de estos productores como «arbitrarias», y aseguró que se trata de un mecanismo de «represión para callar protestas».
«En un país con más de 19 millones de personas con necesidades humanitarias (según informe Provea 2022) el Estado decide castigar y perseguir a quienes producen, a pesar de la crisis de servicios y ausencia de combustibles en los campos», denunció la ONG en su cuenta en Twitter.
La organización Justicia, Encuentro y Perdón emitió un mensaje similar, en la misma red social, y exigió la libertad de los dos agricultores detenidos.
También la ONG Caleidoscopio Humano pidió la liberación de los productores, y recordó que «es deber del Estado generar las condiciones de trabajo» y garantizar los derechos de los trabajadores del campo.
«Perseguir a los agricultores no soluciona el problema de distribución de combustible», añadió.
Tarek William Saab, fiscal venezolano impuesto por la Asamblea Nacional Constituyente del 2017 —del gabinete de Nicolás Maduro— anunció el 17 de junio en su cuenta de Twitter la investigación penal a los agricultores que desechen sus cosechas por sus restricciones al suministro de combustible y transporte «por causar zozobra» a la nación.
El representante de la Fiscalía General de la República dijo que el primer productor agropecuario que será investigado es Alfredo Alfonso Morales, oriundo de Bailadores, Mérida.
Morales y otros agricultores andinos denunciaron en redes sociales la obligación de desechar sus cosechas en ríos y quebradas de su comunidad ante la falta de gasolina. Aseveraron que la falta de transporte viola el derecho humano a la alimentación de otros venezolanos.
«Esto da dolor. Un productor de cambures botando su cosecha al río porque no tiene combustible para poder sacarla a vender. Es la triste realidad del campo venezolano», publicó Morales en Twitter el 14 de junio.
En el video, el productor de cambures asegura que estuvo cuatro días buscando gasolina por diferentes medios y no logró surtirse de combustible.
Caracas / Runrunes