Omar López, mánager de Caribes de Anzoátegui, trata de no pensar en paralelismos. Pero las coincidencias con lo que ocurrió en diciembre de 2017 y lo que acontece justo un año después son imposibles de pasar por alto.
La temporada anterior, Caribes cerró la ronda regular de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (Lvbp) con ocho triunfos seguidos y no paró de ganar hasta alcanzar el campeonato.
La semana anterior, Anzoátegui logró una racha de siete triunfos, hasta que el domingo Navegantes del Magallanes debió emplearse a fondo para superarlo 14-13.
Hace 12 meses, la situación del equipo era complicada, pero estaba ubicado en la clasificación, con tres juegos de ventaja sobre Tiburones de La Guaira, su más cercano contendiente.
La seguidilla de ganados, que comenzó el 16 de diciembre, le permitió afianzar su lugar en los playoffs e incluso terminar en la quinta posición, por encima de Águilas del Zulia, campeón defensor.
En 2018, la situación antes de los siete lauros al hilo, que inició el 15 de diciembre, era crítica.
Allí el matiz. Luego de “No lo recuerdo bien, pero creo que estábamos un poquito mejor. Ahora, lo único que importa en este instante es que estamos finalizando de la manera como he tratado de que jueguen los muchachos, necesitaban que me compraran la idea”, destacó López.
“Ha sido un año muy difícil, nuestra producción, el estandarte del equipo, ha estado muy baja, alrededor de 95 carreras empujadas y 20 jonrones menos; la efectividad de nuestros abridores (4.12) no ha sido la que esperábamos, aunque los relevistas han logrado ser eficientes. En líneas generales, el rendimiento colectivo no nos ha acompañado y de allí los resultados. Entonces les dije que había que dar un paso al frente y dejar el resto atrás”.
Una Tribu impredecible
La historia todavía está en desarrollo y es imposible prever qué ocurrirá, pero Caribes volvió a tener en sus manos la posibilidad de comprar el boleto que lo lleve a la tierra prometida en enero, sin voltear a ver lo que ocurre en otras ciudades.
Al final de la jornada del domingo, Caribes sigue igualado en el sexto lugar con Tiburones de La Guaira, ambos poseen marca de 27-30, y se enfrentarán el miércoles en un choque crucial.
Con Tigres de Aragua (28-28), quinto, también libra una batalla. Ambos equipos jugarán una doble cartelera el 30 de diciembre en Puerto La Cruz. Por alguna razón, el final de la campaña no podría tener un mejor epílogo.
Ese desenlace, para que termine en celebración, debe pasar por sostener la mejoría en la productividad, pero también por el cambio anímico del que habla el estratega de La Tribu.
“Simplemente les dije: ‘Vamos a morir con las botas puestas, pero jugando el béisbol de la manera correcta’. Si hay una cosa que caracteriza a Caribes es su espíritu competitivo, siempre luchamos hasta el final. Entonces, vamos a hacerlo así, para no depender de los demás. Debemos pensar en hacer nuestro juego”.
Durante la racha de siete lauros, la alineación ha anotado 42 carreras en siete juegos (seis por choque) y el pitcheo marcha con 2.43 de efectividad, en buena medida gracias a una excepcional labor del bullpen, su principal fortaleza desde el montículo.
En 38.2 innings, los relevistas apenas han encajado siete anotaciones limpias y acumulan récord de 4-0, con cinco salvados, cortesía del exgrandeliga Jairo Díaz, que se ha consolidado como cerrador, tras los problemas físicos Mayckol Guaipe.
Dos meses de enormes altibajos en el rendimiento colectivo e individual, de algunas figuras clave, la Tribu estaba en la séptima plaza, a cuatro partidos de La Guaira, que ocupaba el sexto escaño de la tabla de posiciones.
Esas estadísticas son la muestra de que la arenga de López dio resultado. El piloto siempre trató de evitar que sus peloteros perdieran la calma. Ahora, de acuerdo con el técnico, lo más importante será mantener el enfoque, la mentalidad de equipo, no de héroes, y tratar de ir día a día.
“Algunas personas alrededor, fanáticos en redes sociales, pierden la fe y no saben que hasta que no tengamos el asterisco, no estamos eliminados ¿Tienen que combinarse una serie de factores para clasificar? Sí, pero lo importante es evitar que el beisbol te castigue y si eso ocurre debe ser haciendo las cosas correctas, jugando duro, respetando el juego”, abundó López.
Repunte de dos colosos
Luis Jiménez y René Reyes, dos bates importantes en el medio de la alineación, que atraviesan por sus peores temporadas con el uniforme de los orientales, parecen despertar y han sido importantes durante el buen momento que atraviesa el club portocruzano.
Desde el 15 de diciembre, “Doble R” exhibe una línea ofensiva de .450 de average, .593 de porcentaje de embasado y .600 de slugging, con tres dobles, siete remolcadas y 1.193 de OPS.
Jiménez suma tres jonrones y liga para .267 de promedio, con porcentaje de embasado de 476 y slugging .867, con un OPS de 1.343.
“No puedo encontrar una explicación a lo ocurrido con ellos. Puedo decir que la parte baja de sus cuerpos no estaba trabajando bien, en favor de swing. No estaban a tiempo. Esa puede ser la parte mecánica. Lo otro tiene que ver con la desconfianza que genera entrar en un abismo ofensivo, algo que más tarde se transforma en un problema mental”, evaluó López. “Creo que parte de su recuperación tuvo que ver cuando comencé a sentarlos. Quizás hubo alguna molestia por esa decisión, pero pude saber por alguno de mis coaches que comentaron: ‘Cómo vamos a jugar si no estamos bateando’. Siempre he sido claro con ellos. Entonces creo que entendieron que debían asumir su responsabilidad con el equipo. Necesitaban un espacio mental. Allí se produjo el ‘click’. Comenzó su despertar”.
Los dirigidos por López también tendrán que dominar los demonios que le han perseguido cada vez que dejan el confort del Estadio Alfonso “Chico” Carrasquel y salen de gira.
A partir del miércoles, Caribes deberá jugar cuatro desafíos en la carretera, donde tiene récord de 8-19, el peor de la Lvbp. Antes del inicio de la campaña, Anzoátegui compilaba registro de 69-58 (.543) en las últimas cuatro zafras, el mejor balance entre los ocho clubes durante ese lapso.
“La racha está marcando la pauta del equipo. Todos saben que no hay margen de error. No podemos diferenciar si estamos en casa o afuera. Tenemos que aprovechar el moméntum y seguir jugando buena pelota. Todos tienen que hacer lo necesario para estar listos para el juego y disfrutarlo. Nunca he tenido fracasos en mi carrera. Veo todo como un aprendizaje, una vivencia que te hace crecer. Entonces, el hecho de no clasificar no sería un fracaso. Siempre he afrontado los retos así”.
Los peloteros de Caribes saben de qué habla López.
Valencia / Alexander Mendoza / Prensa Lvbp