Bastaron sólo 20 minutos de lluvia para que nueve viviendas del callejón Santa Rosa de la calle Brisas del Mar de El Paraíso, en Puerto La Cruz, se vieran afectadas, como a las 8:00 am de este miércoles, por el desbordamiento de la quebrada que pasa por el sector.
Según el ama de casa Petra González, debido a que el cauce no había sido saneado durante la gestión de la alcaldesa Herminia García, el agua corrió hacia las viviendas y llegó a la altura de los enchufes, con lo cual comenzó a trasmitir corriente a las personas.
“Casi todas las cosas que se tocaban daban corriente. Aquí la alcaldesa no da la cara para nada. Tienen más de dos años sin limpiar la quebrada, desde que estaba Magglio Ordóñez. Lo peor del caso es que nosotros advertimos esta situación hace dos meses, cuando se protestó porque no había luz”, recordó.
Mientras que el ama de casa Liliana González refirió que la semana pasada exigieron, una vez más, la limpieza del cauce, cuando observaron que habían iniciado las labores a la altura de la Vecindad del Chavo.
Pánico
Hasta en sillas plásticas tuvo que montarse la joven Lenni Guerra, junto a sus hijos de nueve y dos años, por el fuerte voltaje que supuestamente emanaba de los objetos al hacer contacto con el agua.
“Fueron momentos de angustia, no sabía para dónde agarrar, aparte de que se me mojaron todos los enseres”, expresó.
Un sondeo entre los habitantes arrojó que a la mayoría se les mojaron los colchones, muebles, neveras, televisores, ventiladores y mobiliarios.
Con las manos en la cabeza estaban la señora María Laya, de 69 años de edad, y su esposo Antonio Machado (75) por la situación.
Laya manifestó que la quebrada tenía más de 30 años sin desbordarse. Añadió que en esta ocasión arrastró hasta una vieja urna del cementerio municipal, durante la hora que duró la inundación.
Atención
En el sitio se presentaron funcionarios de Protección Civil (PC) para inspeccionar. También lo hicieron trabajadores de Ingeniería del municipio Sotillo que llevaron maquinarias para realizar labores de limpieza en la quebrada.
Puerto La Cruz / Elisa Gómez