La falta de presupuesto en las universidades venezolanas no ha dado tregua ni siquiera a las extensiones más pequeñas que hacen vida en las distintas regiones.
El Núcleo regional de Estudios Universitarios Supervisados de la Universidad Central de Venezuela (UCV), ubicada en Nueva Barcelona, es una de esas donde habitantes del estado Anzoátegui han tenido que formarse entre paredes e instalaciones en decadencia.
José Castellanos, director del núcleo, manifestó que hoy, tras 63 años de fundada, la casa de estudios superiores carece de los recursos económicos que debería aportar el gobierno nacional, pero aun así ha logrado resistir con el apoyo de sus trabajadores y estudiantes.
Paredes llenas de salitre, carencia de laboratorios y una sola computadora con numerosas reparaciones son algunas de las deficiencias que caracterizan la casa de estudios que suma más de 6.000 egresados con especialidades en Educación, Técnico Superior Universitario en Enfermería y Desarrollo Social.
Castellanos aseveró que toda esta situación, sumada a la migración, salarios de menos de seis dólares para los profesores, ha dejado un descenso en la matrícula estudiantil y de profesorado.
“La sede de Nueva Barcelona requiere la atención de las autoridades porque ha sido de gran importancia para este estado. Nuestros graduados hoy ocupan importantes puestos en hospitales, escuelas y liceos; todo ese valor debe ser retribuido”, manifestó.
Barcelona / Milena Pérez