En medio de falsas alarmas por una nueva crecida del Manzanares, búsqueda de desaparecidos y el inicio de los planes de reconstrucción, Cumanacoa, en el estado Sucre, comenzó a recibir ayudas, luego que el río arrasara dos poblados completos y causara afectaciones en al menos 80% de esa localidad.
En la noche de este miércoles, el presidente Nicolás Maduro creó el Puesto de Comando Presidencial y nombró al mayor general de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Nayade Lockiby Belmonte, como autoridad única en el área, a quien calificó de experto en “logística y acción de campo” y le dio 15 días para tener noticias de recuperación.
El gobernador del estado Sucre, Gilberto Pinto, anunció la apertura de cuatro albergues para atender a los afectados. Asimismo, informó que está recuperada la electricidad y se encuentran ejecutando un plan de distribución de agua potable.
En la zona, las operadoras de telefonía celular anunciaron, además, la activación de un plan de una semana para llamadas gratis.
El miércoles, con el pronóstico del paso de dos nuevas ondas tropicales, volvió a llover en la zona, sin que se volviera a verificar una nueva crecida del río. Sí hubo un momento de tensión y alarma cuando se produjo una estampida de personas y vehículos, ante una supuesta creciente, que luego se comprobó no era cierta.
El ministro de Alimentación, Carlos Leal Tellería, desde Cumanacoa, informó que los insumos están garantizados para los habitantes del municipio.
Dijo que en Cumaná hay 60 toneladas de proteína y 400 toneladas de víveres secos, que serán distribuidas a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) y agregó que se está haciendo el transporte por carretera.
Por su parte, el ministro de Hábitat y Vivienda, Hildemaro Villarroel, informó que avanzaron en el diagnóstico de las zonas de riesgo y ya tienen una metodología aprendida en Mérida y Las Tejerías, que les permitirá avanzar rápido en la atención de esta área.
Pero más allá de un cierto aire efectista que parece flotar en el ambiente, las historias por lo sucedido van saliendo a flote, con el alivio de los sobrevivientes y el dolor por los que se fueron.
En La Fragua, donde solo quedaron unas seis viviendas en pie de las más de 100 que había en el poblado, la familia Carpintero, sigue a la espera de que localicen a tres de sus miembros que no pudieron salir y fueron arrastrados por la corriente. Al grupo familiar pertenecen también una de las personas fallecidas en la tragedia.
En la capital del estado se confirmó que la creciente del río Manzanares afectó a 232 viviendas en sectores como Puerto de la Madera. También se reportaron anegaciones en Las Palomas y los alrededores del mercado municipal, pero no fueron graves.
El alcalde de la ciudad, Luis Sifontes, anunció, por su parte, que iniciaron la distribución de ayuda con alimentos a las comunidades Salsipuedes, Los Robles, Munegro, San Fernando de Tataracual, La Laja, Cumanacoita, Vaca, Ranchería, Barranca y San Agustín, de los ejes de las parroquias San Juan y Santa Inés.
En esas zonas hubo afectaciones menores por la crecida del Manzanares. “Vamos a atender a diez comunidades que sufrieron afectaciones mínimas. Vamos a llevar alimentos, agua, ropa y kits de aseo personal”, adelantó el alcalde.
Sucre/ Yumelys Díaz