58 años de fundado tiene el barrio Tierra Adentro, ubicado entre los sectores Pueblo Nuevo y La Caraqueña, en Puerto La Cruz.
En la comunidad viven unos 1.500 grupos familiares que a diario tienen que lidiar con la inseguridad.
Allí los delincuentes no respetan lo humano. Tampoco lo divino, pues han entrado en la iglesia Cristo Resucitado y no precisamente para rezar.
La feligresa Carmen Farías, de 58 años de edad, relató que varios individuos se llevaron, años atrás, una asperjadora y tres equipos de aire acondicionado del templo situado en la calle Monagas, cruce con Democracia.
Los ladrones no han perdido la costumbre de adueñarse hasta de los bombillos que están en la fachada y áreas laterales de la iglesia. Los focos que no pueden llevarse, los rompen a punta de pedradas.
El ama de casa Haidée Barreto (42 años) dijo que eso representa un gasto, pues los precios de los bombillos oscilan entre 1.500.000 y 4.500.000 bolívares.
En una esquina del templo está una vetusta mata de apamate que -según afirmó Farías- cruje cuando hay ventolera. Algunas ramas se desprenden y doblan los tubos de la cerca perimetral del recinto religioso. El estrépito asusta a la gente.
Vecinos van a solicitar permisos ante el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica para cortar el árbol.
Farías mencionó que los facinerosos también se meten en los patios de las viviendas para hurtar bombonas a gas. De su solar, ubicado en la calle Las Flores, se llevaron dos carruchas nuevas. Los sujetos son guapos para cargar.
28 años tenía Daniel Domingo Rosas Rizales, quien fue ultimado de tres disparos en el lado derecho del rostro, el 27/2/1919, en la calle Sucre del barrio Tierra Adentro de Puerto La Cruz, El joven había salido de su domicilio de Guanta con la intención de comprar repuestos de moto en un negocio del mencionado sector. Rosas se desplazaba en un vehículo de dos ruedas cuando se le acercaron unos sujetos que andaban en un automóvil de color blanco. Uno de los criminales baleó al veinteañero, y escapó. Se dijo que Rosas lo mataron al parecer por un ajuste de cuentas.
La semana pasada, un vecino conocido como Cheo se dio a cuenta a tiempo de que unos zagaletones iban a llevarse su lavadora.
El mecánico Roberto De Sousa (68) contó que los amigos de lo ajeno se metieron varias veces en su residencia, de donde cargaron con un equipo de sonido, la batería de un vehículo, pipotes plásticos y una carretilla.
El señor aseveró que cuando solicitan la presencia de oficiales de cualquier cuerpo policial, les informan que no tienen unidades o gasolina. Sin embargo, dijo que suelen ver a los agentes paseando por otros lugares.
De Sousa y Farías dijeron que la vía está iluminada porque los propios vecinos han comprado y puesto los focos frente a sus viviendas
Pero, no todo es malo en el sector Tierra Adentro. Por autogestión, los residentes decidieron instalar el suministro de gas directo y lo hacen con la asesoría del ingeniero de Petróleos de Venezuela SA (Pdvsa), Jorge Caguana.
EL TÚNEL DE AGUAS SERVIDAS
En la calle El Túnel, cruce con La Línea, entre los barrios portocruzanos Tierra Adentro y La Caraqueña, corren las aguas blancas y servidas. Vecinos pusieron unas piedras para poder cruzar la vía, y salir con los pies secos.
En los alrededores del túnel de la antigua vía férrea laboran los comerciantes Ramón Hernández (62) y Pedro Pino (48). Ambos comentaron que el tramo es como un jabón: las personas resbalan, se levantan y vuelven a caer. A una señora que cayó en la chorrera, le salieron hongos en la piel.
Pino, quien lleva 12 años en el sector, afirmó que ha ha visto en el túnel a unos funcionarios que hacen fotos y fotos, y se van. “Esto es horrible. Hay una pudrición”.
Entre las calles Democracia y Monagas, el colaborador Oscar Cedeño, vecino del barrio contiguo La Caraqueña, dijo que en su comunidad ya realizaron la acometida de este servicio en unas 800 casas.
El hombre explicó que, en abril pasado, hicieron el censo de las residencias para ejecutar la obra por autogestión.
“Cada propietario de vivienda asume los gastos para poner el gas directo, para lo cual se necesitan tubería galvanizada, codos, uniones y llaves. Las redes externas las suministra Pdvsa”.
En las calles Francisco de Miranda y Nueva Esparta, los decididos habitantes rompieron el asfalto, no con un martillo eléctrico, sino con un esmeril, pico y pala, para meter las tuberías de gas.
El administrador Ramón Bermúdez (60) expresó que al abrir las zanjas a orillas de la vía, quedaron expuestas las conexiones de los tubos de agua potable de su casa. Y los ladrones se las llevaron el pasado lunes 12.
El sexagenario explicó que ahora deben usar arena para tapar las zanjas, y cada saco cuesta 15 dólares. En vista de que carecen de recursos, ciernan la tierra que sacan de la calle para reutilizarla.
HURTO Y ATRACO
El comerciantes Ramón Hernández contó que en una ocasión, apenas se descuido, le hurtaron uno de los dos litros de miel que había puesto en un mesón de la venta de hortalizas y frutas, situada en la calle La Línea, cerca de la vía férrea, en el barrio Tierra Adentro en Puerto La Cruz, Su socio, Pedro Pino, relató que una vez lo atracaron, no en esta comunidad, sino en el mercado municipal de Sotillo. El hombre indicó que dos delincuentes con armas de fuego lo sometieron para quitarle el dinero que llevaba para comprar mercancía.
En la obra también participan como voluntarios el ebanista José Cariamana (81) y el albañil Fredy Malavé (63).
Cariamana refirió que la calle Nueva Esparta también es conocida como la vía del diablo, pues allí solían pelear dos vecinos conocidos como “papayo” y “perujo”.
En cuanto a la disposición de la basura, los vecinos dejan las bolsas llenas de desperdicios a la altura del puente Miranda y de la franja de seguridad de Pdvsa, pues los choferes de los camiones del aseo urbano no entran a la barriada.
En la calle Principal de Tierra Adentro habita la comerciante Máryuri González (39), quien manifestó que cuando llueve, una chorrera que viene desde Pozuelos, corre por la vía y se mete en las casas.
Su hijo, el bachiller José Daniel Lezama (20) resaltó que ponen tabelones y bloques en la puerta de la sala para evitar que el líquido inunde los cuartos de su residencia.
Máryuri también tocó el tema de la inseguridad y recordó que unos vecinos guardaban sus carros en un espacio de su casa. Más de una vez, los malandros les rompieron los vidrios y además les quitaron las baterías.
El socio de la comerciante, Edgar García (42), dijo que lleva 20 años residenciado en el sector y se ha salvado de la delincuencia.
Estimó que los policías no deberían estar cuidando los negocios de dueños asiáticos. A su juicio, el Estado debe consolidar la seguridad y tomar acciones para evitar que los oficiales matraqueen a la gente.
En la calle Ruiz Pineda de Tierra Adentro hay unas cuatro licorerías, cuyos clientes llegan en carros y ponen su música a todo volumen. No dejan dormir a los vecinos.
“Hay mucho borracho. Hasta las mujeres orinan frente a las viviendas”, expresó el ama de casa Rafaela Portillo (26), quien refirió que en abril pasado puso música en su residencia para celebrar los tres años de uno de sus dos hijos.
Añadió que luego llegaron unos funcionarios de la Policía Municipal de Sotillo (Polisotillo), quienes intentaron llevarse el equipo de sonido. Portillo se opuso.
Más adelante, en la calle 24 de Julio, habita desde hace una década el ama de casa Elena Tamiche.
Frente a la casa de esta sexagenaria hay un poste con una cesta de baloncesto, donde juegan los muchachos.
Tamiche dijo que no la han robado en el sector que, ella considera, es tranquilo.
MATARON A EXCONVICTO
El exreo José Ramón Peraza Piñango (35) fue ultimado de ocho bala zos, el 15/2/2020, en la calle La Línea de la barriada portocruzana Tierra Adentro. El hombre hablaba por teléfono cuando un sujeto le efectuó múltiples disparos. El criminal y sus secuaces huyeron en un carro de color gris. Unos vecinos refirieron que en horas de la mañana vieron el vehículo que dio varias vueltas por el sector, pero ninguno sospechó nada malo. Una fuente indicó que Peraza purgó pena por homicidio en la cárcel de la isla de Margarita, estado Nueva Esparta.
La seguridad pocas veces ha reinado en Tierra Adentro, manifestó Juana Arcia, quien vive desde hace 34 años en la calle La Línea, antigua vía férrea.
La señora recordó que hace una década, un diciembre, la atracaron en la bodega que tenía en su domicilio.
Los ladrones, a los que describió de buena presencia, con edades de 24 a 27 años, llegaron en una camioneta marca Toyota, modelo Terios, color azul.
Los sujetos encañonaron a Arcia y a su esposo, Joel Salazar, quien era diabético, y los encerraron en el último cuarto de la vivienda.
Los rufianes atendieron a unos clientes que llegaron a la bodega. Luego, se llevaron un Disco Versátil Digital (DVD), refrescos, cohetes y dinero.
Puerto La Cruz / Yraida Núñez