Laura Varela (19 años) es una de las 506 personas de nacionalidad venezolana que se inscribió este año para dar la Prueba de Selección Universitaria (PSU) y así poder postular a la educación superior.
De los extranjeros, lideran la cifra las personas provenientes de Perú (1.399), seguidos por Haití (1.148) y Colombia (709). Los foráneos que se inscribieron para dar la prueba en 2018 fueron 5.411 personas.
Varela llegó a Chile en 2011 y hace unos días recibió la noticia de que obtuvo puntaje nacional en matemáticas, con la sorpresa y alegría de su familia, que se confunden con el sistema de admisión chileno, distinto del venezolano: “Soy la primera que está dando la PSU, es algo completamente diferente, allá cada universidad tiene su propio sistema de admisión, y como no hay nada tan estandarizado, entras y el puntaje no es tan importante”, cuenta.
La joven piensa estudiar Ingeniería Civil en la Universidad de Chile o en la U. Católica. Durante su etapa escolar asistió al Colegio Pedro de Valdivia.
Para ella, la educación en Chile “es mucho más exigente en comparación con Venezuela”. Y una de las cosas que más le impactaron fue el énfasis que se le da a la comprensión de lectura, y que “allá nunca te mandan a leer libros; acá tenía que leer siete al año”, afirma.
También le costó acostumbrarse a la jornada completa, ya que en su país salían de clases al mediodía. “Al principio costó un poco adaptarse, pero después se hizo mas fácil”, dice.
Sobre Chile, afirma que le gusta mucho: “Siento que estuve en una etapa de mi vida más madura y creo que generé un lazo mucho más grande con Chile que el que tengo con Venezuela”.
La historia de Valmy Vilbrun (21) es distinta. Llegó desde Haití hace un año y siete meses a Chile, en mayo de 2017.
Él es uno de los más de mil ciudadanos haitianos que se inscribieron en la PSU. Sin querer precisar su resultado, sostiene que para él haber dado la prueba fue “una experiencia nueva”.
Agrega que “como es algo que no he vivido antes, será un paso de aquí en adelante, y va a servir para que saque un puntaje mejor en el futuro”.
Al principio no tenía mucha idea de la PSU, pero sí estaba seguro de que quería prepararse más. Como vive en Puente Alto, entró a estudiar en un colegio para adultos de esa comuna, el centro educacional San Alfonso, para estudiar full time y sacar tercero y cuarto medio.
También participó en un grupo de redes sociales y con algunos de sus integrantes se formó un grupo de WhatsApp llamado “Historia 2018”, donde se compartían datos e información que les pudiera servir para dar la prueba.
Entre las principales dificultades que él visualiza está el poco conocimiento que tenía de la historia de Chile: “Solamente llevo un año en el país, por eso me hace falta muchísimo para lograr la idea que tenía como objetivo académico”.
También le complicó no manejar tan bien el español: “Vengo de un país que no habla 100% el idioma y esa es una barrera muy importante”, asegura.
De todas formas, la prueba de lenguaje se le hizo más sencilla: “Soy una persona de letras, no de números”, explica, y asegura que hay aspectos gramaticales que el español comparte con el francés, que es el idioma que sí domina.
El próximo año Vilbrun espera estudiar una carrera técnica, pero de todas maneras dar la prueba otra vez: “Para mí es algo pendiente cumplir ese sueño y sacar un buen puntaje”, dice, y subraya que “mi idea es seguir estudiando en Chile para progresar y tener una vida mejor”.
La Tercera /María José Navarrete