Alicia Alonso, la venerada bailarina y coreógrafa cuya carrera de casi 75 años la convirtió en un ícono de la lealtad artística al sistema socialista de Cuba, murió el jueves a los 98 años.
Miguel Cabrera, funcionario del Ballet Nacional de Cuba fundado por Alonso, dijo que murió en un hospital de La Habana.
Como fundadora y directora del Ballet Nacional de Cuba, Alonso personificó el programa de arte de la isla bajo el gobierno comunista de Fidel Castro y mantuvo el control de la compañía incluso después de sus 90 años, a pesar de estar casi ciega durante décadas.
En Nueva York, en las décadas de 1940 y 1950, Alonso fue uno de los primeros miembros de la compañía que se convirtió en el American Ballet Theatre, una de las grupos de ballet más importantes de los EE. UU. Fue reconocida en todo el mundo por la estilizada belleza de su coreografía y fue nombrada prima ballerina assoluta, el más alto honor en la danza, rara vez otorgado.
La compañía de ballet anunció que dedicaría la actuación del jueves por la noche en el Lincoln Center del clásico "Tema y variaciones" de George Balanchine a la memoria de Alonso. Balanchine creó el trabajo para ABT y Alonso actuó en su estreno mundial el 25 de noviembre de 1947, en colaboración con Igor Youskevitch.
La "huella de Alonso en ABT como uno de los primeros miembros del Ballet Theatre es inconmensurable", dijo Kevin McKenzie, director artístico del grupo. “La gracia, la inteligencia y el coraje de Alicia seguramente dejarán un impacto duradero en nuestra forma de arte".
La Habana / AP
