En ascenso está la cifra de muertes por paludismo en el estado Anzoátegui. En esta oportunidad dos personas fallecieron por complicaciones tras padecer la afección.
Una de las víctimas de la malaria, Zenaida Romero, de 56 años, acudió al hospital Domingo Guzmán Lander de Las Garzas el pasado jueves con fiebre alta y debilidad en el cuerpo.
Laura Romero, hermana de la infortunada, señaló que a su pariente le diagnosticaron malaria hace dos meses, pero sólo recibió tratamiento para cuatro días.
“Ella se tomó las pastillas que le dieron en Malariología y se sintió mejor, pero después fue a buscar la continuación del fármaco y le notificaron que no tenían”.
“La mandaron a tomar cundeamor con una gotica de cloro, pero ella no lo hizo por no confiar en la receta”.
Tras presentarse en el centro asistencial fue evaluada por los galenos, quienes supuestamente le pidieron repetir el examen de descarte. Al segundo día regresó, pero falleció antes de ser atendida por los médicos.
Su cuerpo fue trasladado a la morgue del hospital Luis Razetti de Barcelona, donde ya había ingresado el cadáver de Agustín Castañeda, de 61 años.
Este último estaba recluido en el principal centro asistencial capitalino desde hacía dos días, pero falleció horas antes de que se registrara la muerte de Romero.
Algunos parientes contaron que el sexagenario acudía dos veces a la semana a la sede de Salud Pública, ubicada en el sector capitalino 29 de Marzo, a buscar el tratamiento, pero regresaba a su hogar con las manos vacías.
“Todos los días hay más de 100 personas haciendo la cola en Malariología a la espera de que lleguen medicamentos”.
Insuficiente
A principios del mes de octubre, el para entonces presidente del Instituto de Salud del estado Anzoátegui (Saludanz), Eduardo Martínez, aseguró que a la entidad ingresaron fármacos para la malaria. La cantidad supuestamente alcanzaría para todos los pacientes positivos.
Sin embargo, el tratamiento parece haberse agotado la primera semana, pues 15 días después del anuncio comenzaron a hacer una nueva lista de espera en la sede de Malariología en Barcelona.
El actual presidente de Saludanz, Humberto Omaña, aseguró que están solicitando el tratamiento correspondiente para entregárselos a los pacientes, aunque destacó que primero comenzarán hoy con un plan de fumigación en los sectores más vulnerables de la zona norte de la entidad.
“Debemos atacar al vector que transmite el parásito y de esa manera neutralizar el avance de la epidemia”.
Barcelona / Giovanna Pellicani