El fiscal especial Robert Mueller entregó este viernes su ansiado reporte final sobre la controversial investigación en torno a Rusia que ha ensombrecido la presidencia de Donald Trump, envuelto a la familia Trump y derivado en cargos penales en contra de algunos de los allegados más cercanos del mandatario.
El extenso reporte, que sigue siendo confidencial, representa el fin de la pesquisa de Mueller, pero sienta las bases para futuras disputas públicas de gran magnitud. Los siguientes pasos dependen del secretario de Justicia designado por Trump, el Congreso y, con toda certeza, de las cortes federales.
El Departamento de Justicia informó que un guardia de seguridad entregó el reporte la tarde del viernes en la oficina del subsecretario de Justicia Rod Rosenstein y posteriormente pasó a manos del secretario William Barr. La noticia de la entrega causó reacciones en todo Washington Por un lado, los demócratas exigen que se haga público lo más pronto posible, mientras que los republicanos afirman que se puso fin a dos años de pérdida de tiempo y dinero.
Barr dio a conocer una carta en la que resaltó que planea escribir su propia versión de los hallazgos de Mueller. La Casa Blanca difundió un comunicado en el que indica que no ha visto ni recibido informes sobre el reporte del fiscal especial.
Lo que suceda a continuación “depende del secretario Barr”, señaló la portavoz de la Casa Blanca Sarah Sanders.
Barr indicó que podría no tomarle mucho tiempo antes de enviar su recuento al Congreso.
“Estoy revisando el reporte y preveo que podría estar en posición de hacerles recomendaciones sobre las principales conclusiones del fiscal especial incluso este mismo fin de semana”, dijo Barr en una carta dirigida a los principales republicanos y demócratas en las comisiones de Asuntos Jurídicos tanto del Senado como de la Cámara de Representantes. Se comprometió a actuar con transparencia.
Barr dijo que el Departamento de Justicia no ha rechazado ninguna solicitud del fiscal especial, algo que Barr estaría requerido a revelar ante el Congreso para garantizar que no hubo interferencia política en la investigación independiente.
Sin que se hayan dado a conocer detalles hasta el momento, se desconoce si el reporte de Mueller responde las preguntas clave de su investigación: ¿La campaña de Trump se coludió con el Kremlin para influenciar las elecciones presidenciales a favor del famoso empresario? Y ¿Trump tomó medidas posteriores, incluyendo el despido del director del FBI, para obstruir la pesquisa?
Sin embargo, la entrega del informe sí significa que la investigación concluyó sin que se presentaran cargos públicos de una conspiración criminal entre la campaña y Rusia, y sin que se acusara al presidente de obstrucción. Mueller no recomendará nuevas acusaciones relacionadas con la investigación sobre Rusia, confirmó el viernes un funcionario del Departamento de Justicia, quien describió el documento como “extenso”. La persona habló bajo condición de anonimato debido a que no estaba autorizada a discutir el tema de manera pública.
Se desconocen los pasos que Mueller tomará en caso de que haya descubierto actos criminales por parte de Trump, considerando las opiniones legales del Departamento de Justicia de que no se puede imputar a un presidente en funciones.
La presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y el líder de la minoría en el Senado dijeron que es “imperativo” que todo el reporte se haga público.
Los demócratas de mayor rango en el Congreso señalaron que “el pueblo estadounidense tiene derecho a conocer la verdad”.
Los demócratas también expresaron su preocupación de que Trump intente obtener “un vistazo por anticipado” de los hallazgos.
“A la Casa Blanca no se le debe permitir interferir en las decisiones sobre qué parte de esos hallazgos o evidencia se harán públicos”, dijeron los demócratas en un comunicado.
Barr ha dicho que quiere hacer público tanto como le sea posible, y cualquier intento de retener detalles provocará una disputa entre el Departamento de Justicia y los legisladores que podrían llamar a testificar ante el Congreso a Mueller y sus investigadores, lo que enfrentaría una fuerte oposición del gobierno de Trump.
Washington / AP