El encuentro entre Dodgers de Los Ángeles y Gigantes de San Francisco se convirtió en el tercer juego pospuesto la noche del miércoles en Grandes Ligas, ya que las protestas de los jugadores que se originan en la NBA continúan aumentando, derivadas del tiroteo policial de Jacob Blake en Wisconsin.
Cerveceros de Milwaukee y Rojos de Cincinnati decidieron posponer su juego horas antes del inicio programado de Dodgers y Gigantes, y ambos clubes parecieron considerar sus opciones antes de que los jugadores decidieran oficialmente no jugar. Sin embargo, para Mookie Betts, la decisión fue fácil.
"No importa, no iba a jugar", dijo Betts, según Jack Harris de Los Angeles Times. "Se necesitan hacer muchos cambios", agregó el jardinero, y continuó diciendo que quería usar su plataforma "para al menos hacer rodar la pelota".
Algunos juegos se retrasaron mutuamente, y ambos equipos acordaron no participar. Aunque varios jugadores negros optaron por no participar en otros casos, a saber, el jardinero de Cachorros de Chicago Jason Heyward, el veterano de Rockies de Colorado Matt Kemp y Dexter Fowler y Jack Flaherty de Cardenales de San Luis, sus equipos siguieron adelante con sus enfrentamientos.
"Lo sé, para mí", continuó Betts, según JP Hoornstra del Grupo de Noticias del Sur de California, "ya estaba unido a todos en clubhouse, pero ahora que todos me respaldan, más de lo que pensaba, significa mucho. Siempre recordaré este día, y siempre recordaré a este equipo apoyándome. Esta organización ha sido increíble”.
El movimiento comenzó con Milwaukee Bucks y rápidamente se extendió por la NBA, lo que provocó que la liga pospusiera todos los partidos del miércoles.
Barcelona / José Barberi
