En una de las calles del sector El Silencio, en Maturín, abundan las cloacas y la maleza.
Una rotura de la vía mantiene la zona llena de agua estancada y los olores se expanden por los alrededores.
Se pudo notar, durante un recorrido, la existencia de abundante maleza, desechos y tierra removida en las adyacencias.
"La cuneta se llena de agua sucia y emana malos olores también. Es desagradable", comentó Ingrid Cifuentes.
El mal estado de la calle es evidente. Tiene tramos irregulares que no tienen asfalto, sino tierra.
A pesar de que fue recientemente asfaltada una de las principales, vecinos comentan que las vías internas son las que requieren mayores trabajos de rehabilitación.
Maturín / Oriana García Rivas