Para la historiadora y profesora universitaria no existe otro modo de cerrar este “desdichado” cuarto de siglo pasado y de emprender una nueva etapa, sino es por una vía transicional, “sobre todo para atajar la intención de quienes ya piensan en ponerle palos a las ruedas del cambio”. Sin embargo, no percibe una Oposición que denuncie con suficiencia las irregularidades del proceso electoral.
–¿Qué querrá decir la “revolución” con aquello de que “vamos por el lado correcto de la historia”?
–Que “ellos” van por el lado correcto de “su” historia. Es decir que, de seguir en el poder seguirán por la misma senda, destruyendo más el país.
–¿Una transición modelo en la historia de Venezuela?
–Los modelos no se replican a voluntad de quienes toman decisiones. La realidad, tiene su propia dinámica que, a veces, va por caminos que la apartan de los modelos. En la historia de Venezuela hay varias transiciones pacíficas que son referencia porque dieron paso a la superación de conflictos anteriores y a mejores tiempos. La transición de la independencia y la República de Colombia a la llamada tercera república, la transición de la Guerra Federal y sus secuelas al período de Guzmán Blanco; la transición a la democracia y a la renovación del país en 1936; la transición de 1958 bajo el manto del Pacto de Punto Fijo.
–De reconocerse un triunfo de la oposición, ¿habrá transición?
–No hay otra forma de cerrar este desdichado cuarto de siglo pasado y de iniciar una nueva etapa, sino es por una vía transicional, sobre todo para atajar la intención de quienes ya piensan en ponerle palos a las ruedas del cambio.
–¿Una incertidumbre en el pasado como la actual en el país?
–Supongo que durante las guerras de independencia se vivía en la incertidumbre. Después, predominó la certidumbre de vivir sin libertades, sin derechos, sin justicia, soportando los
privilegios y abusos de las minorías en el poder y las carencias para las mayorías. Las certidumbres de signo más positivo se conocieron durante pocas décadas de la historia republicana. Ahora se espera con anhelo poder salir de la certidumbre de estos veinticinco años de dictadura y comenzar con ilusión la incertidumbre del cambio hacia certidumbres de signo positivo.
–¿Funcionará la carga racista en la campaña oficialista contra María Corina Machado y Edmundo González Urrutia?
–¿La guerra de colores contra la oposición en la Venezuela de hoy? Sólo en boca de un gobierno que crea haber tenido éxito en su plan de hundir a los venezolanos en la ignorancia.
–¿Cómo interpreta la guerra de los apellidos iniciada por el oficialismo?
–No hay ninguna guerra de apellidos. El gobierno trata de explotar los viejos mitos de la izquierda: oligarquía, apellidos… hoy en día nadie cree seriamente en eso. Buscan seguidores y combatientes, con consignas vacías y falsas promesas. Pero ya no convencen.
–¿Un candidato-presidente como Maduro en la historia?
–Gómez, que sin embargo tenía más en su haber.
–¿Qué han logrado las reelecciones por Venezuela?
–Las reelecciones continuadas son el disfraz poco efectivo de las dictaduras.
–¿Será una verdadera revolución la posible presencia de una mujer en la presidencia de la República?
–Por ahora ni siquiera tenemos una candidata. Llegado el caso, bastaría que ejerciera bien el cargo. Ser mujer no es una credencial de mérito en sí. Menos crédito tendrá si llega con el “aura”.
revolucionaria. Creo que los venezolanos han creado suficientes anticuerpos para frenar a cualquiera que se vincule con el imaginario de la revolución.
–¿Hay antecedentes históricos de una candidatura como la de Edmundo González Urrutia?
–Las circunstancias han sido poco usuales, pero el candidato tiene las credenciales suficientes para el cargo. De largo más que las que finge su contrincante.
–¿Es el caudillismo y el personalismo una herencia de Simón Bolívar?
–El problema no es quién dejó esa herencia sin testamento, sino que haya impostores que se crean herederos.
–¿Ha sido procedente la promoción excesiva del Libertador en el imaginario popular y en la acción de gobierno?
–Los excesos siempre intoxican.
–¿Por qué no se ha logrado erradicar la corrupción en Venezuela?
–Ha calado amplia y profunda. No se ha erradicado porque se usa como herramienta de poder. Pero noquearla debe estar en el paquete de prioridades.
–De perder y a la luz del discurso del candidato-presidente, ¿entregaría el poder por las buenas o por las malas?
–Primero hay que cuidarse de las trampas en la cocina electoral. No veo que la oposición denuncie a los cuatro vientos y le ponga mega-atención a las irregularidades del Registro Electoral y a los hackers, o crackers, de la Sala Técnica del CNE. Allí se cocina el fraude.
–De aceptarse un triunfo de la oposición, ¿habrá negociación?
–La oposición está dispuesta. El gobierno no sé si estaría interesado.
-¿A niveles de qué siglo ha llevado al país el socialismo del siglo XXI?
–Lo importante es decidir bien el 28 de julio, para reinsertarnos en la ruta de este siglo.
–¿Será difícil erradicar los vestigios de este socialismo?
–No será difícil que la gente acepte cambiar una bolsa CLAP por un trabajo decente y un buen salario.
–En el caso venezolano, ¿son lo mismo socialismo y comunismo?
–En el caso de este gobierno pueden ser lo mismo, pueden no serlo o pueden no ser ni uno ni otro. Depende de la versión que intenten vender.
–¿Qué será de la existencia del chavismo?
–Espero que pronto no llegue a ser más que una foto del difunto con una vela prendida en los hogares de gente que alguna vez creyó.
–¿Se eliminará algún día el continuismo?
–Esperemos que se implante el continuismo de la democracia, del trabajo productivo, de la buena educación, de los buenos servicios, de la política al servicio del país, de los gobiernos y funcionarios honestos.
–¿Cuánto tiempo llevaría la reconstrucción de Venezuela?
–Reconstruir y renovar será una tarea a corto, mediano y largo plazo. Habrá un tiempo para cada segmento del edificio.
De perfil
María Elena González Deluca es Doctora y Licenciada en Historia,UCV. Maestría en Historia Económica en London School of Economics, Profesora titular en la UCV. Miembro de la Academia Nacional de la Historia. Premio Nacional de Historia “Francisco González Guinán”. Premio Anual Conicit en Ciencias Sociales y Humanidades. Premio Municipal de Literatura, en Investigación Histórica, Municipio Libertador. Publicaciones: “Entre la libertad y el orden. Expresiones tempranas de un dilema no resuelto de la política venezolana” (2018). “El presente desde el futuro del pasado”. Los retos de la Venezuela del siglo XXI (2016). Venezuela. La construcción de un país…una historia que continúa (2013). “La Independencia y la dialéctica sociopolítica de la colonia” (2010). “La UCV y la Autonomía, entre la toma estudiantil y la toma militar” (2008); Historia e Historiadores de Venezuela, 1950-2000, (2007); Biografía de Antonio Guzmán Blanco (2007); Negocios y política en tiempos de Guzmán Blanco (2001); Los comerciantes de Caracas (1994).
Caracas / Jolguer Rodríguez Costa