La pequeña nación balcánica de Macedonia dio este miércoles un paso importante para volverse el trigésimo miembro de la OTAN, la alianza militar más grande del mundo.
En un acto que supuso el final de una larga disputa con Grecia por el nombre del país y después de menos de dos décadas de que la OTAN desplegara sus tropas en una nación que por entonces estaba al borde de la guerra civil, el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, y el ministro macedonio de Exteriores, Nikola Dimitrov, participaron en la firma del "protocolo de adhesión" de Skopie al grupo en su sede de Bruselas.
"Esta es una ocasión histórica", dijo Stoltenberg a los representantes de los países miembro antes de rubricar el documento. "Llevamos mucho tiempo esperando que se unan a nuestra familia".
La firma supone el inicio del proceso de ratificación. Montenegro, el último país en entrar al bloque, tuvo que esperar cerca de un año hasta que todos los socios respaldaron formalmente su protocolo.
Está previsto que Grecia sea el primero en mostrar su apoyo a su vecino esta semana. Macedonia pasará a llamarse entonces Macedonia del Norte, nombre con el que ingresará a la Alianza posiblemente a finales de este año o a principios de 2020.
"Estoy seguro de que el proceso se desarrollará sin sobresaltos", apuntó Stoltenberg.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y sus homólogos de la OTAN se reunirán en una cumbre en diciembre en Londres, coincidiendo con el 70 aniversario de la organización, y que podría ser una ocasión perfecta para recibir a Macedonia del Norte.
Visiblemente emocionado, Dimitrov dijo que la firma "es el resultado del trabajo de muchas generaciones" y dio las gracias a los primeros ministros de Macedonia y Grecia por zanjar la disputa del nombre.
"Esto no era inevitable, ni siquiera era muy probable que sucediera", apuntó agregando que es una prueba de que "lo imposible es realmente factible y posible".
Antes el miércoles, Stoltenberg anunció que en la cumbre de diciembre los socios "abordarán los desafíos de seguridad que enfrentamos ahora y en el futuro, para garantizar que la OTAN continúe adaptándose para mantener a salvo a su población de casi 1.000 millones de personas".
Bruselas / AP