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El Tiempo Informando al Pueblo Oriental

“Los que puedan dar pena son algunos penalistas”

diciembre 13, 2018
“Juez que no actúe por justicia se convierte en delincuente”, puntualiza Mónica Fernández / Foto: Cortesía

Para la abogada y jueza, Mónica Fernández, habría colegas que, lejos de interpretar la ciencia penal como una herramienta constructiva, la manipulan hasta su destrucción. Como resultado, son violados desde el derecho a ser diferente políticamente hasta el de la vida misma. Considera que al venezolano le falta aprender el camino de los valores

¿Lo más inconstitucional contra la Constitución?
–El irrespeto constante de los mismos ciudadanos que exigen sea cumplida. Es lejana, distante, elitesca. Cuando sea realmente popular dejará de ser inconstitucional.
¿Qué le falta aprender al connacional?
–Nos falta aprender mucho. Retomar el camino de los valores, los principios, la tolerancia, el respeto, dejar el odio, buscar puntos de encuentro, pero sobre todo entender la lección que la historia nos ha venido dando.
Directora Nacional de Prisiones del Ministerio de Justicia en 1997, a los 24 años de edad, ¿ya existían los pranes o venían en camino?
–Su semilla se llamaba barrio chino. En la medida en que la sociedad toma un camino de decadencia, inseguridad e impunidad, sus antivalores se exacerban en toda figura que ya existía.
Tras el atentado sufrido en 2008, ¿perdió el miedo?
–No fue un atentado. No tengo ningún tipo de enemigo, ni antes ni ahora. Fue un secuestro express muy violento. Por el contrario allí no conocía el miedo, y una de las grandes lecciones que me dejó fue aprender a tener miedo para saberme humana.
¿Qué hace una jueza de paz en un país tan violento y anárquico?
–Precisamente eso: buscar la paz. Que los adversos, que los violentos, que los confrontados, que los opuestos entiendan que en cualquier tipo de conflicto puede haber un punto medio que para la Biblia es la virtud, y para los hombres es la justicia.
Casada con un militar, ¿cambió la relación a partir de diciembre de 1998?
–Mi matrimonio nunca se basó en la política, ni en la profesión de ninguno de los dos. El padre de mi hija, hoy mi exesposo, fue siempre un militar totalmente institucional; nada, ni nadie lo hizo cambiar su manera de ver su trabajo, y menos aún el mío.
Como lo hizo el 11-A, ¿volvería a firmar una orden de allanamiento contra un ministro chavista?
–No firmé una orden de allanamiento contra un ministro chavista, no fui jamás una juez política, firmé una orden de allanamiento a petición de un fiscal, basada en un acta policial, buscando objetos, no personas. La historia ya dejó muy claro este capítulo y sus protagonistas. Amnistía es perdón y olvido.
Justicia transformadora
¿Su objetivo?
–Soy una ciudadana venezolana que trabaja todos los días de su vida por transformar Venezuela desde la acción, promoviendo derechos, y buscando insaciablemente la justicia.
¿Un consejo a las féminas de los poderes públicos?
–Creo que les hablaría a todos por igual. Hombres y mujeres que estén en la función pública deben entender la misión tan trascendente e importante que tienen en este momento país. No deben ser juzgados todos por igual, en los poderes públicos, hay hombres y mujeres valiosos que no merecen ser medidos con la misma vara en una antipática generalidad.
¿A quién defiende el defensor; a quién fiscaliza el fiscal?
–Un defensor debe defender al débil, a quien se confronta con el poder. Es el cargo más hermoso que tiene este país. El espacio donde se pueden lograr grandes cambios. Por otro lado, según la Constitución el Poder Judicial tiene en sus manos, desde siempre, la democracia de un país: la más grande responsabilidad del futuro.
¿Entre el Poder Judicial del puntofijismo y el de la revolución?
–Los cargos no los hacen las épocas políticas, los cargos los hacen las personas. De cada uno de ellos depende cómo sea la Justicia. Al final los vicios de antes, son los vicios de ahora.
–¿Garantiza la Fanb la paz en el país?
–La paz de un país la deben fomentar, generar, mantener e impulsar sus ciudadanos. Cuando los ciudadanos delegan, o pierden su paz, estamos en un camino equivocado.
–¿El derecho más torcido en Venezuela?
–El derecho a ser respetado por el otro. Siento que hasta más violado que el derecho a la vida, es el derecho a querer ser diferente en medio de una brutal polarización.
–¿Da pena el derecho penal?
–El derecho penal es una ciencia maravillosa, sólo puede dar pena aquél que lo use de mala manera, y lo pretenda destruir. Los que pueden dar pena son algunos penalistas.
–¿Penaría por igual a un delincuente y al juez que lo libera?
–Si lo libera por un acto que no sea de justicia, es decir por un acto de corrupción, deja de ser juez y se convierte en delincuente.
Derechos perdidos
–¿Cómo andan los derechos humanos en este país?
–Perdidos desde hace más de 50 años. Yo los seguiré buscando en el rol que me toque, un sueño que hay que seguir luchando desde la educación.
–¿Vale la pena denunciar en Venezuela? Según las mediciones, 70% de la población no lo haría…
–Hay que estimular la denuncia. Es un trabajo que implica sentar cultura jurídica, lo que hacemos en mi programa televisivo Se Ha Dicho todos los días es educar a la gente, acercando el derecho al corazón de los venezolanos. Tengo muestras palpables de los cambios que han ido surgiendo y ese es el verdadero camino de la transformación.
–Su colega Enrique Sánchez Falcón también dice que vale la pena, “aunque la denuncia nos la reciba el delincuente”, agrega...
–No puedo opinar sobre el dicho de otros. Como respondí antes la Justicia hay que insertarla en el chip mental del venezolano y desde la división estoy segura que nadie la va a entender. Cuando el venezolano siente la necesidad de justicia en primera persona, empezará a trabajar en la colectiva, antes estaremos perdiendo el tiempo.
–¿La paradoja de la justicia nacional?
–Siendo tildada siempre de injusta, la historia termina demostrando que a cada quien le llega, tarde o temprano.
–¿Ha llorado por el país?
–Todos los días de mi vida desde 1995 cuando comencé a vivir la función pública y a descubrir la política con “p” pequeña, sólo han cambiado tiempos y protagonistas. El llanto es por las mismas razones.
–¿Se parece su próximo programa Salida de emergencia a la salida de Leopoldo López?
–En lo absoluto. Mi conferencia Salida de Emergencia lleva textualmente implícito un mensaje de reconciliación, de resiliencia, de construcción de un país donde los venezolanos, a pesar de nuestras diferencias, podamos encontrar puntos de acuerdo. Mi salida es una invitación a tomar decisiones y vencer la crisis individual y colectivamente.

Caracas / Jolguer Rodríguez Costa

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