Los equipos electrónicos acompañan a muchas personas en el desarrollo de sus quehaceres diarios, en virtud de lo cual es importante saber protegerlos de ciertas condiciones externas y así ayudar a alargar su vida útil.
El calor es uno de los factores que afectan el funcionamiento de los dispositivos móviles: Como se confirma en las publicaciones de Xataca, las altas temperaturas inciden en las de los aparatos, lo que puede alterar sus funciones; incluso se corre el riesgo de que se produzcan daños irreversibles.
Aun cuando un equipo está guardado en un bolso o se halla tapado, ello no lo blinda de los posibles estragos del ambiente climático. Ante ello, lo mejor es guardarlo en zonas de sombra y, preferiblemente, apagado, para que los componentes internos no se afecten.
Con los avances de la tecnología existen artefactos que alertan a los usuarios sobre la adecuada temperatura para que mantenerlos así. Hay algunos que hasta se inactivan si detectan una alteración a este nivel.
Si el plan es de playa hay que tener aún más cuidado, porque el agua salada es enemiga de los conectores. Algunos tienen sistemas de protección contra el agua y el polvo, pero el agua de mar es nefasta en la mayoría de los casos.
Cuando cae arena sobre las pantallas, se debe eliminar de manera muy delicada para no rayarlas. Una solución sugerida por el portal web español ABC es soplar ligeramente o darle golpecitos con una tela sin llegar a frotar.
En el caso de que un smartphone caiga en agua, lo inmediato es apagarlo, pues el sistema de encendido acarrear consecuencias peores.
También se recomienda sacar los accesorios extraíbles como tarjetas de memoria, sim de línea telefónica y, de ser posible, la batería, para secarlos lo máximo que se pueda.
La alternativa del arroz no es mala idea para extraer la humedad, así como meter el teléfono en una bolsa hermética junto a paquetes de gel de silicio por dos o tres días.
En todo caso, la asesoría de expertos es lo más adecuado para tratar de recuperar la funcionabilidad del dispositivo.
Puerto La Cruz / Oriana García Rivas