El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, negó este viernes que las autoridades se hayan visto rebasadas y descartó un toque de queda ante los saqueos en Acapulco, en el sur del país, tras la devastación del huracán Otis, que dejó al menos 27 muertos y miles de damnificados.
“No. Es que había una situación de emergencia, de desorden, de caos, de mucha incertidumbre, miedo, todo esto que sucede cuando hay una tragedia de estas dimensiones, fue muy fuerte el impacto del huracán”, apuntó el mandatario durante su conferencia de prensa matutina.
López Obrador señaló incluso que su Gobierno ya envió a unos 10.000 miembros de las Fuerzas Armadas, además de trabajadores sociales, técnicos y personal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a atender la emergencia.
“Estamos allá en Acapulco. Hay como 10.000 elementos de las Fuerzas Armadas, y muchos trabajadores sociales, trabajadores para el bienestar, técnicos, deben de haber como 1.500 trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad”, precisó.
Todo esto, dijo, es para que se restablezcan los servicios públicos, además de que se han enviado médicos y brigadas para que ayuden a la población.
Desde que el huracán Otis azotó Acapulco, en redes sociales se han multiplicado las imágenes de saqueos a comercios de los habitantes del puerto, quienes lucen desesperados llevándose víveres y agua, pero también otros artículos como electrodomésticos que no son de primera necesidad.
“Sí, la gente estaba llevando a cabo en algunos lugares actos de saqueo porque era la emergencia”, dijo y señaló que esto se dio porque se vieron afectados los cuarteles de la Guardia Nacional en Acapulco, por lo que no se pudieron evitar estas acciones de rapiña.
“Era una situación bastante complicada, bastante difícil. Ahora ya hay retenes de la Guardia Nacional, ya se establecieron estos retenes para mantener el orden”, enfatizó.
Sin embargo, el gobernante mexicano negó que se esté pensando en implementar un toque de queda derivado de estos actos de saqueo.
“No, no, porque la gente va a ayudarnos mucho”, subrayó. No fueron tantos muertos
El gobernante mexicano dijo que tenía mucha preocupación no por los daños materiales sino por la vidas que se perdieron, “porque lo material de una u otra forma se resuelve, pero las vidas humanas, las vidas humanas ¿cómo se recuperan?”.
No obstante, señaló que tras el paso del Otis hubo “suerte” porque no fueron “tantos muertos”.
“El número de personas que perdieron la vida no debe ser tan significativo, no deja de ser algo cuantitativo, una persona que pierda la vida es algo lamentable. Yo sí creo que tuvimos suerte, la naturaleza, el creador nos protegió, aún con la furia del huracán”, expresó.
Recordó, sin embargo, que todavía hay que esperar a contar con toda la información sobre las personas desaparecidas.
“Todo indica de que aún siendo lamentable la pérdida de cualquier persona, no fueron tantos, ante un fenómeno tan fuerte, tan impactante, un huracán de categoría 5 que no entra en despoblado, entró por la bahía, donde vive un millón de personas, entonces sí, muchos daños materiales, pero afortunadamente no estamos registrando muchas pérdidas de vidas humanas”, dijo.
Además resaltó que se avisó con tiempo a la población sobre el impacto del fenómeno, aunque admitió que tomó por sorpresa su intensificación, pero destacó que la gente y comercios tienen una mayor cultura de la protección civil y esto ayudó mucho, “porque la gente se guardó”.
México / Efe