La 79ª Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) alertó en su informe anual que la prensa es una de las primeras víctimas en un mundo convulsionado por conflictos bélicos y que los gobiernos autocráticos de América Latina libran “otro tipo de guerra”, asfixiando y persiguiendo a sus pueblos y, por tanto, a los medios de comunicación.
El periodista Carlos Jornet, quien preside la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, inauguró una jornada de discusiones sobre los principales peligros que acechan la labor periodística en las Américas, así como las iniciativas para enfrentarlos, prevenirlos o neutralizarlos.
“Los medios que no aceptan ser cómplices del atropello a la institucionalidad y a los derechos humanos, son asfixiados económicamente, allanados, clausurados, confiscados”, ha asegurado Jornet, director periodístico de La Voz del Interior, de Argentina.
Tras describir el ambiente de extrema gravedad en el que opera el periodismo en México, Jornet expuso un panorama sombrío para periodistas y medios de comunicación en casi todos los países del hemisferio, destacando en particular los casos de periodistas presos en Cuba, Nicaragua y Guatemala.
“La cantidad de periodistas exiliados sigue en alza: desde abril, contamos uno en Bolivia, Colombia y Paraguay; dos en Ecuador; ocho en Guatemala; nada menos que 29 por la persecución del régimen nicaragüense, y dos destierros y un pedido de asilo en Paraguay”, ha expresado el periodista argentino.
También hizo énfasis en Cuba, donde 12 periodistas tienen prohibido movilizarse dentro del país, mientras que en Honduras y Haití varios periodistas han tenido que abandonar la zona donde residen ante las amenazas y la violencia.
Por otra parte, Jornet destacó que los ataques y las amenazas contra el periodismo se están multiplicado en Argentina, por el avance del narcotráfico y las tensiones electorales, así como en Brasil por las protestas callejeras y en Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Perú y Venezuela.
Las actitudes de descrédito y estigmatización contra la prensa han sido recurrentes en Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Honduras, México y Venezuela.
Como noticias positivas, Jornet ha citado el fallo de la Corte Constitucional costarricense en contra de la estigmatización; los avances en Chile y Paraguay para crear mecanismos de protección contra periodistas; la iniciativa en Estados Unidos para proteger información e identidad de las fuentes, y los proyectos en República Dominicana para descriminalizar sanciones contra periodistas, así como en Uruguay para incluir a medios impresos en un régimen de exoneración impositiva.
Bolívar / Correo del Caroní