La creatividad, la alegría y el entusiasmo de niños, niñas y adolescentes carupaneros se apoderó, este jueves, del pórtico del Ateneo “Luis Mariano Rivera” de Carúpano, con el Festival de Pintura “Los jóvenes toman las plazas”, organizado por el ente cultural en alianza con las autoridades educativas del municipio Bermúdez del estado Sucre.
El director del Ateneo, William Rodríguez, informó que participaron las representaciones de todas las instituciones a nivel parroquial, en este caso seis participantes por cada circuito, por lo que unos 108 estudiantes aportarían sus trabajos.
Explicó Rodríguez que este encuentro de artes visuales recopiló trabajos desde educación inicial hasta diversificado, como una estrategia motivadora para los niños y jóvenes a los que le gusta pintura.
Las obras serían recopiladas y entregadas a un jurado de artistas plásticos locales, que se encargarían de seleccionar los cinco más destacados para su exposición y el reconocimiento a los autores.
Este jueves, lo que se perfilaba como una jornada de pintura al aire libre y en una plaza, se trasladó al pórtico del emblemático ateneo carupanero, para proteger a los participantes de las condiciones climáticas.
Una de las pintoras entusiasmadas era Darnelys Rojas, de 10 años y estudiante de 5to grado de la Escuela Básica Primero de Mayo.
La muchachita daba los trazos finales a un hermoso atardecer carupanero, donde ponía de manifiesto todo lo aprendido en sus clases de pintura. “Vine a representar a mi escuela y porque me gusta mucho pintar”.
Cerca, en una mesa donde se congregaban adolescentes, estaba Juan Ramírez, de 16 años, estudiante de 5to año del Liceo “Simón Rodríguez”, quien también con un paisaje de la cinta costera local, trataba de plasmar sus conocimientos de fotografía. “Me gusta la fotografía y estoy pintando una parte de la avenida, que yo fotografié y la estoy reproduciendo”.
Enfrente, Carlos González, de 14 años, estudiante de 3er año del Liceo “Pedro José Salazar”, impresionaba a quienes se le acercaban, con un ojo, que plasmaba con lápices de grafito, con técnicas de claroscuros.
“Quise representar el concepto de la mirada. La frase de “todo en tu miraba”, quise plasmarla. Todo tiene su dificultad, pero uno se acostumbra”.
También los más pequeños hacían sus dibujos con entusiasmo. Y en eso estaba Jesús Ignacio Martínez La Rosa, un locuaz muchachito de cinco años, quien representaba al Simoncito “José Ángel Moya”, con sus paisajes de atardeceres. “Estoy haciendo una playa al atardecer. Yo una vez fui a la punta de El Boquete al atardecer. A mi mamá le dio miedo, a mí no”, dijo al referirse al saliente natural que se convirtió en un símbolo de la ciudad.
Bermúdez / Cecilia Lárez
