Japón pidió a Israel no precipitarse en su pronunciada respuesta al ataque con drones y misiles que Irán lanzó sobre territorio israelí el fin de semana. Su petición busca evitar una escalada mayor de la tensión que provoque una situación incontrolable.
«Si la tensión aumenta, la situación podría salirse de control. Esto no le interesa a la comunidad internacional en su conjunto, incluido Japón, por no mencionar al de Israel y su pueblo», le transmitió la ministra japonesa de Exteriores, Yoko Kamikawa, a su homólogo israelí, Israel Katz, en una conversación telefónica.
Kamikawa instó enérgicamente a Israel a que se contenga, detalló la Cancillería japonesa en un comunicado producido el martes. Esta se dio horas después de que la ministra mantuviera otra llamada similar con el ministro de Exteriores iraní, Hossein Amir Abdollahian, al que le motivó a calmar la situación.
Katz y Kamikawa conversaron durante unos 25 minutos en los que la japonesa le trasladó al israelí la profunda preocupación de Japón por los ataques y la enérgica condena a la escalada de la tensión.
Los cancilleres también hablaron sobre la situación en Gaza y especialmente sobre la preocupación de Tokio por la situación en Rafah. Kamikawa pidió un alto el fuego inmediato para que se garantice un entorno propicio para las actividades de asistencia humanitaria de manera sostenida. También liberar a los rehenes. El texto no menciona las respuestas de Katz.
Irán movió masas políticas internacionales con su ataque a Israel y el miedo de una peor situación aumenta. Japón se sumó a las voces que piden contención a ambos países después de que Irán lanzara el pasado sábado un ataque con cientos de drones y misiles sobre Israel en proclamada represalia por el reciente ataque contra el consulado iraní en Siria que mató a siete miembros de la Guardia Revolucionaria, y que Teherán atribuye al Estado hebreo.
Israel informó que responderá, aunque sigue considerando cómo. Irán afirmó que responderá de manera «dolorosa» ante la mínima acción hostil que se emprenda contra ellos.
Tokio / EFE