La capitana de una nave humanitaria con 40 migrantes a bordo fue arrestada en Italia después de embestir un bote de la policía de frontera que le cerraba el paso y atracar sin permiso en la isla de Lampedusa en el Mediterráneo este sábado por la madrugada, dijeron las autoridades.
Los migrantes bajaron finalmente a suelo italiano tras desembarcar del Sea Watch 3, que los había rescatado dos semanas antes. El ministro del Interior italiano Matteo Salvini, un antiinmigrante intransigente, se había negado a permitir que los solicitantes de asilo desembarcaran en Lampedusa antes de que otros países europeos aceptaran recibirlos.
Al cabo de 17 en el mar, los migrantes abrazaron a la tripulación y besaron el suelo al desembarcar en la isla, más cercana al norte de África que a la costa italiana.
Cuando cinco países ofrecieron el viernes recibir a los migrantes, pero aún sin permiso de desembarque, la capitana del Sea Watch 3, de bandera holandesa, Carola Rackete, enfiló la nave hacia el muelle de Lampedusa el sábado antes del amanecer y embistió el pequeño bote de la fuerza de protección fronteriza.
La policía se la llevó inmediatamente para investigarla por los presuntos delitos de violencia contra una nave de guerra e intento de provocar un naufragio, informó la agencia noticiosa italiana ANSA.
“He pedido el arresto de una forajida que puso en riesgo” las vidas de agentes de policía, dijo Salvini por la radio estatal RAI. Añadió que pidió el secuestro del buque, “que navegaba por el Mediterráneo violando leyes”.
Un juez decidirá en los próximos días si Rackete, ciudadana alemana, debe estar presa mientras se realiza la investigación. ANSA dijo que hasta entonces permanecerá bajo arresto domiciliario.
Los cinco países que ofrecieron recibir a los 40 migrantes son Finlandia, Francia, Alemania, Luxemburgo y Portugal, informó el ministerio del Exterior italiano el viernes.
Otros 13 migrantes habían recibido permiso de desembarcar en Italia por razones médicas.
Lampedusa, Sicilia / AP
