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Inflación entre 98% y 125% y tipo de cambio a Bs 35 por dólar prevén economistas para 2023 

enero 4, 2023
Mientras la inflación del año pasado superó el 220%, el salario mínimo de los trabajadores y las pensiones se depreciaron a $7,27 / Foto: Archivo / EFE

Los sobresaltos cambiarios y el repunte inflacionario que caracterizó al último tramo del año que recién culminó, podrían prolongarse durante 2023.

Al menos esta es la opinión de distintos analistas quienes advierten que Venezuela continuará en la zona de riesgo y bajo la amenaza constante de alzas de precios, mientras el Ejecutivo siga centrando su política antinflacionaria solo en la reducción del gasto público, las restricciones a la expansión del crédito y la inyección de divisas a la banca nacional para controlar la cotización del dólar.

A pesar de ello, las proyecciones hechas por diversos especialistas apuntan a cifras menores de inflación que las registradas el año pasado.

El socio-director de la firma Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, estima que el rango más bajo del alza en el costo de bienes y servicios puede ubicarse en 97,9% para 2023, mientras que Focus Economics, una firma consultora que ofrece análisis y proyecciones para más de 150 naciones, prevé una aceleración de precios de 123%.

El economista Alejandro Castro Sánchez, apuntó a El Tiempo que, sobre la base de los cálculos del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), la inflación en bolívares pudiera ralentizarse y hay probabilidades de que se ubique entre 80 y 100 %. “Esa inflación será posible sólo si hay mesura fiscal y si el tipo de cambio no se continúa depreciando.

Además, podría tener beneficios en el ritmo de aumento en el precio de los productos y servicios en dólares”, agregó Castro Sánchez.

Y es que, de manera paralela, en Venezuela se registra otro fenómeno que es la inflación en dólares. Según datos del director de Ecoanalítica, durante 2022 los precios en divisas extranjeras se elevaron 50%, esto quiere decir que lo que enero del año pasado costaba $100, en enero de este año vale $150. Oliveros estima que para finales de 2023 el alza de precios en moneda extranjera estará por el orden de 35%, lo cual limitará las posibilidades de consumo.

Aunque las cifras de la aceleración de precios del año pasado, y la que se esperan dentro de los próximos 12 meses, están muy alejadas de los picos hiperinflacionarios registrados entre 2018 y 2020, lo cierto es que Venezuela sigue teniendo en este apartado los índices más altos de la región.

Según el último reporte divulgado por el OVF, los aumentos de precios tomaron fuerza en noviembre al alcanzar la inflación 21,9% -la más alta hasta ese momento del año. Se espera que el comportamiento sea igual o superior para el mes de diciembre. La instancia de medición también reportó una aceleración interanual (noviembre 2021-noviembre 2022) de 213% y una acumulada 195,7%. Ello significa que la inflación durante todo 2022 podría superar el 225%, según las proyecciones hechas por el OVF. 

Nuevos picos cambiarios

El repunte de precios de los últimos meses de 2022 se dio en un entorno agresivo de devaluación de la moneda nacional. Sólo entre comienzos de noviembre y finales de diciembre la tasa de cambio oficial del Banco Central de Venezuela (BCV) se elevó 105 % al pasar de Bs 8,52 por dólar a Bs 17,48.

A lo largo de todo 2022 la cotización oficial se incrementó 280,82 % -para el 1 de enero del año pasado, la tasa de intercambio de la moneda extrajera era Bs 4,59. En cuanto al cambio del dólar paralelo, los porcentajes resultan similares; este se elevó 291,89%, al pasar de Bs 4,69 en enero a Bs 18,38 a finales de diciembre.

Y es que la estrategia del Ejecutivo nacional de inyectar divisas a la banca nacional, para bajar la presión alcista de la divisa, no impidió que el tipo de cambio superara las proyecciones.

Los momentos en los que se emitió mayor liquidez dieron alas a la cotización paralela y oficial, en un contexto donde la oferta de dólares se contrajo de manera drástica.

Las intervenciones del BCV llevaron a colocar en la banca cerca de 5 mil 400 millones de dólares para aliviar la demanda -un promedio de $450 millones mensuales, según reportó el portal web Banca y Negocios. Esto significó un aumento de 251,79%, en comparación con lo inyectado por el Gobierno en 2021.

La inestable economía venezolana sigue exigiendo muchas más divisas, algo que en los últimos meses se ha hecho cuesta arriba, debido al estancamiento de los ingresos petroleros -no se han logrado producir más de 700 mil barriles de crudo diarios en promedio.

Por otro lado, aunque el aumento en la circulación de efectivo en moneda nacional, por el pago de bonos vacacionales y de fin de año para los trabajadores de la administración pública en los meses de agosto, noviembre y diciembre, tuvo impacto en la escalada inflacionaria, los cierto es que el Gobierno ha sido restrictivo en materia de aumentos salariales. En 2022 sólo se aprobó un ajuste en marzo que llevó el sueldo mínimo de Bs 7 a Bs 130, equivalente en aquel momento a $30. Transcurridos más de nueve meses el poder de compra de este se ha reducido a $7,27.

De esta manera, los factores que han promovido los desequilibrios cambiarios siguen activos y amenazan con repetir la historia para 2023. Si se tuviera el mismo comportamiento de 2022 -es decir, aumentos de 280% en el costo de las divisas- las proyecciones apuntarían a un tipo de cambio que ronde los Bs 60 al finalizar el año.

Algunos economistas son más comedidos en sus previsiones. Castro Sánchez considera que el precio final de la moneda extranjera podría estar al menos en Bs 35, siempre y cuando el Ejecutivo mantenga la disciplina fiscal.

Mientras, Oliveros proyecta que el tipo de cambio, se ubique en Bs 21,73 por dólar (oficial) y en Bs 22,19 (mercado paralelo) para el primer semestre del año.

Muchas de las apuestas más cautelosas tienen que ver con un incremento de los ingresos petroleros -a más 800 mil barriles diarios-, lo cual llevaría a contar con más dólares para inyectar a la banca nacional. 

Dudas y desconfianza

Para el economista senior de Ecoanalítica, Luis Arturo Bárcenas, es innegable que en 2023 continuará la tendencia alcista. Y la razón que esgrime es simple: el ciudadano está muy lejos de recuperar la confianza en la moneda nacional.

Para Bárcenas es común que las personas automáticamente tomen los bolívares disponibles y demanden dólares como una forma de protección de sus ingresos en un entorno como el que vive el país.

El experto cree que en los últimos meses se dio un cese temporal de la disciplina fiscal que venía manteniendo el Gobierno, disparando las distorsiones.

“Particularmente, lo que ocurrió en agosto de 2022 con el adelanto de pago de bonos a la administración pública, así como la bonificación a los docentes ante la presión social sobre el Gobierno, ocasionó que se inyectara una cantidad inusual de bolívares; en un entorno donde el BCV no anticipó ese movimiento de bolívares, y además no contaba con divisas para mantener el mercado se produjo una inestabilidad cambiaria que tendrá sus efectos en 2023”, advirtió.

La situación ha terminado forzando al mercado de divisas a una suerte de espiral, que será más difícil controlar en su crecida. Es por ello por lo que en el primer semestre de 2023 serán determinantes las expectativas de los ciudadanos sobre las políticas monetarias.

“En otras palabras, la gente cree que el Gobierno no cuenta con las herramientas para abatir la inflación de manera sostenida. La gente sabe o presiente que el BCV va a seguir enfrentando una escasez de divisas en un entorno inflacionario que le va a impedir controlar las crecidas”, dijo.
Como otro elemento preponderante, Bárcenas destacó el interés del BCV de dejar flotar el tipo de cambio o deslizarlo.

“Llama la atención la política del BCV de vender las divisas por debajo del tipo de cambio no oficial y eso pareciera indicar que se está buscando que continúe ese crecimiento acelerado. Quizá aprovechando el fenómeno para reducir el costo de la vida en dólares en el país”.

Explicó que lo bueno de un tipo de cambio estable es que reduce la inflación en bolívares y lo malo es que aumenta la llamada inflación en dólares. De cualquier modo, al BCV se le está haciendo cada vez más difícil intervenir el mercado, por lo que está obligando a la banca a vender los dólares que no tiene para asignar.

En medio de estos condicionantes, dentro de un ajustado juego de políticas monetarias, lo que pueda pasar en definitiva con el mercado de divisas está por verse.

Caracas / Rodolfo Baptista / Rafael Arias

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