Estirar el dinero y apelar a estrategias en la cocina es lo que les queda a los consumidores de la zona norte de Anzoátegui, pues actualmente requieren hasta más de tres meses y medio de salario básico para comprar, por ejemplo, los rubros de proteína animal.
En un recorrido realizado por Barcelona se observó que el kilo de pollo tiene un costo promedio de 14 bolívares. Al comparar el monto con el salario básico de 7 bolívares se encuentra que un trabajador debe reunir el pago de dos meses para adquirir tan solo mil gramos del ave, cuando la mayoría de los que vienen embolsados superan ese peso.
También en algunos comercios ofrecen el kilo de pollo picado (no congelado) en Bs 17, lo que indica que lo reunido en el par de meses de salario sería insuficiente.
Los mil gramos de mortadela de kilo o de costilla van por el mismo orden. En muchos negocios rondan los Bs 15.
Para comprar un cartón de 30 huevos se necesitan tres meses de trabajo, una situación indignante para el señor Eladio Paredes, quien, ante la constante variación de los precios, ha tomado la decisión de disminuir el consumo en su hogar. Vale hasta 22 bolívares en cualquier puesto ambulante o frigorífico.
El queso duro le sigue los pasos con un costo entre 20 y 21 bolívares, lo cual pone a más de uno en la diatriba de comprarlo o no.
“Esa costumbre de comerse una arepa con queso, huevo y mantequilla en las mañanas se ha ido perdiendo en mi casa porque si compramos queso no rinde ni rallándolo. Ahora las arepas o el pan lo comemos con café y con mantequilla, si acaso", expresó Paredes con resignación.
La carne de res entra en la lista de los rubros prácticamente inaccesibles para el ama de casa Katiuska Cedeño, debido a que cuesta 25 bolívares, lo que representa más de tres meses y medio de sueldo.
Señaló que, aunque su ingreso mensual como secretaria en la administración pública es poco más de 7 bolívares por unos pagos adicionales, tiene igual de limitada la adquisición de la proteína animal.
La salchicha es tal vez una de las proteínas más económicas con un valor de 10 bolívares en las calles de la ciudad capital de Anzoátegui.
Barcelona / Milena Pérez