Los habitantes del municipio Marcano del estado Nueva Esparta padecen fallas de servicios públicos desde hace 20 años. Este problema, de acuerdo con los afectados, se agudizó en 2020.
Algunos de los pobladores de El Palito y Pedregal, sectores ubicados en la mencionada jurisdicción, sienten que “viven en el desierto”, porque llevan 60 días sin recibir una gota de agua potable.
También son perjudicados por reiterados bajones de energía eléctrica y, para colmo de males, el gas doméstico tarda hasta más de un mes en llegar hasta los hogares. De hecho, sólo se vende una bombona, algo que resulta insuficiente para poder satisfacer las necesidades de los ciudadanos.
Testimonios
Simplicia Núñez, vecina de la urbanización Pozo Blanco de El Palito, atribuyó las carencias a la mala gestión gubernamental, pues “las penurias empezaron hace dos décadas”.
"Los 20 años que ha tenido la revolución bolivariana en el poder han significado el deterioro total de los servicios públicos en el municipio Marcano”, declaró.
La dama aspira a que la situación con el gas doméstico se resuelva a la brevedad, porque no concibe una navidad sin ese servicio.
En Pedregales no hay agua
Liliana Díaz, residente de Pedregales, advirtió que entre los ciudadanos se presentaron conflictos recientemente, debido a la falta de agua.
“Yo no tengo tanque porque está roto y necesito que solventen todo de una vez”, señaló al tiempo que dijo que “están peor que los camellos”.
Díaz mencionó que el alumbrado público parece “una especie extinta”, porque no existe en la zona, algo que convierte a los ciudadanos en seres vulnerables ante la delincuencia.
“Vivo aquí desde hace año y medio, y sé que los vecinos denunciaron las fallas con la luz a distintos entes, pero ninguno de ellos nos dio respuestas”.
En Pedregales, tampoco se cuenta con una buena distribución de cilindros de gas.
“Nos lo venden cada tres meses y nos vemos forzados a encender fogones. Nos vemos obligados a usar otros implementos para no gastar gas, porque nos venden una sola bombona por familia”.
Más testimonios
Rosmelys Román, otra neoespartana, también se quejó por el mal estado del alumbrado público y los constantes “bajones de electricidad” que dañan los artefactos en las casas.
Román comentó que a los isleños se les dificulta conseguir la comida en los mercados, algo que ocurre por la “mala distribución de gasolina que hay en el país”.
“Si hay falla en el surtido de gasolina no llegan los alimentos a tiempo a la isla. Eso nos causa problemas desde hace más de un año”, aseveró, al tiempo que comentó: “aquí los vecinos pelean entre ellos, pero ninguno que se atreve a denunciar la mala situación”.
Veruzka Ramos, una joven oriental, se siente en un estado de indefensión grande.
Aseguró que ya denunció las fallas de los servicios públicos a las autoridades gubernamentales, pero ellas siguen sin brindar soluciones.
“En reiteradas oportunidades, hemos ido a la oficina de la alcaldesa Karina Aguilera y no nos presta atención. Ella se hace “la Shakira”, porque es ciega, sorda y muda ante las necesidades de esta localidad. Simplemente no nos escucha”, manifestó.
Porlamar / Joseph Ñambre