Habitantes de El Esfuerzo y Cruz de Belén de Clarines, municipio Bruzual, aún se encuentran inundados. Desde que se desbordó el río Unare, hace unos 10 días, están a la expectativa de lo que pasará con ellos.
A pesar de que el gobierno habilitó el Liceo José Rafael Domínguez como refugio, muchos se han quedado cerca de sus casas por temor a que le roben lo poco que les queda. Levantaron refugios improvisados para pasar el día vigilando sus inmuebles.
Equipos electrodomésticos, colchones y hasta las mascotas han sido rescatados de las aguas del Unare que se han mezclado con la de las lagunas de las poblaciones y los pozos sépticos de las viviendas.
Afectados comentaron que han recibido apoyo de Organizaciones No Gubernamentales (ONG), empresarios asiáticos, panaderos y que hace dos días les llegaron unas bolsas Clap (Comités Locales de Abastecimiento y Producción) que tenían “años sin recibir”.
Clarines / Mariví Matute