Los habitantes del sector Cruz Verde de Barcelona pasan hasta 20 días sin agua y como, en su mayoría, no tienen tanques para almacenar el líquido, les toca caminar unos 10 minutos hasta la vía principal y de allí cruzar un trecho lleno de árboles y lodo hasta el río Neverí.
Deben hacer esta ruta mañana, tarde y hasta noche para recoger el agua que sea necesaria para bañarse, lavar y cocinar.
El agua del río no es nada cristalina y a los que son cabeza de familias les preocupa darla de beber a los niños. Sin embargo, no tienen otra opción. Para aminorar los riesgos de contraer alguna enfermedad, la hierven por varios minutos, aseguró Francis Jiménez, integrante de la comunidad.
Para no hacer tantos viajes, algunos vecinos de éste y sectores cercanos prefieren lavar y bañarse en el cauce. De esta manera, sólo tienen que llevar tobos llenos exclusivamente para cocinar.
Durante los días que caen fuertes aguaceros, el camino hacia el río se torna más peligroso, es más resbaladizo por los charcos y la crecida del río.
Alternativas
Para cocinar otro dilema para los habitantes es la falta de gas. Reina Emperatriz Aparcedo, moradora del lugar, aseguró que tienen que utilizar leña mientras esperan por las bombonas, lo que, suponen, no sucederá pronto porque tienen meses sin recibir el beneficio a través de los consejos comunales.
Preparar la comida en fogones es la solución a este problema, pero cuando llueve no pueden atizar la leña, por lo que deben esperar a que “pase la tormenta”.
Pocos pero prolongados
Reina mencionó que la luz se va pocas veces en Cruz Verde, pero destacó que cuando ocurre que esperar horas para que restablezcan el servicio, bajo el riesgo de que se les dañe la comida que tienen refrigerada.
Todos los habitantes hacen un llamado a las autoridades para que, principalmente, les coloquen el agua, pues están cansados de ir todos los días al río para recoger un poco.
Puerto La Cruz / Rubmar Perdomo