El delegado de prevención del hospital universitario Dr. Luis Razetti de Barcelona, Edisson Hernández, informó que en lo que va de año, cerca de 70 trabajadores han presentado enfermedades ocupacionales por no contar con los implementos de seguridad y las condiciones ambientales necesarias para laborar.
La cifra va en ascenso en comparación con 2018, cuando dijo que se registraron 100 casos.
“La mayoría de las personas presentan infecciones respiratorias, de piel y oculares. La cantidad de casos puede ser mayor, pero no hay un médico ocupacional que las determine, sino que uno se entera cuando ya están de emergencia”, expresó.
El dirigente gremial señaló que tres trabajadores han fallecido este año y no descarta que las enfermedades hayan sido contraídas en sus sitios de labores, pues desde hace seis años no son dotados de herramientas como guantes, tapabocas y zapatos, entre otras.
“Fueron un camillero, una camarera y un ascensorista del ascensor 5, por donde no sólo se trasladan a los pacientes, también se baja la basura y los cadáveres”, resaltó.
Y es que desde hace tres años tampoco son fumigados los elevadores.
Con esta situación, Hernández manifestó que el Gobierno nacional viola la cláusula 63 del contrato colectivo por ser el único responsable de brindar los implementos de seguridad.
También dijo que se irrespeta la cláusula 62 que prevé la obligación de garantizar el saneamiento ambiental y velar por el mantenimiento de áreas acordes para el desempeño de los trabajadores.
Afectados
De 3 mil 250 empleados activos en el Razetti, la coordinadora de la salubridad ambiental, Carmen Arreaza, manifestó que los más afectados son precisamente los de saneamiento y mantenimiento.
“La mayoría tiene enfermedades en las manos y en los pies, así como bronquitis. Lo peor del caso es que aquí tenemos los médicos pero no cómo asumir un tratamiento”.
Arreaza cuestionó que las malas condiciones laborales no sólo se deben a la falta de dotación de insumos y equipos de seguridad, pues sólo reciben algunas herramientas de trabajo por medio de la gobernación, sino también a la inconsciencia de pacientes y familiares a la hora de arrojar desperdicios.
“La peor área es la de puerperio, donde la gente no tiene conciencia para botar la basura. Mientras que en las escaleras entre los pisos 5 y 8, los familiares, que la mayoría de las veces hay más de uno por paciente, hacen sus necesidades en el piso por no bajar a los baños de la emergencia”, expresó.
Otra de las patologías más comunes denunciadas por el personal del recinto hospitalario es de tipo respiratoria por las contantes filtraciones que allí se registran.
La asistente administrativa III Rosa Márquez dijo que, además, debido al deterioro del aire acondicionado del departamento de Ginecología y Obstetricia, desde hace dos meses trabajan con un olor a humedad, que le ocasiona alergia.
Por otro lado la camarera suplente Nohemí Enrique, quien actualmente presenta cervicobraquialgia con torticolis, exigió la designación de un médico ocupacional, puesto que no todos los galenos del hospital tienen la facultad de dar tratamientos y reposos que sean válidos para la institución.
Barcelona / Elisa Gómez