Lucas Giolito caminó silenciosamente hacia el montículo para la novena entrada, con un ruido falso de multitud que flotaba en el estadio y recortes de cartón salpicando las gradas.
Momentos después, en la temporada más extraña de todas, el diestro de Medias Blancas de Chicago tiró el último lanzamiento en una actuación verdaderamente extraña.
Un no-fan no-no.
Con los asientos vacíos en el campo, Giolito lanzó el primer juego sin hits del año retrasado por la pandemia, ponchando a 13 para liderar a Medias Blancas sobre Piratas de Pittsburgh a un lauro 4 carreras por 0 el martes por la noche.
''2020 ha sido un año muy extraño'', dijo Giolito, quien realizó una entrevista posterior al juego con una máscara. “Obviamente, están sucediendo muchas cosas raras con COVID-19 y el estado del mundo, así que bien podría agregar esto a la mezcla''.
Parece que no le importó que nadie lo viera. Bueno, casi nadie.
Después de que el jardinero derecho Adam Engel se extendiera sobre la carrera para atrapar el batazo de Erik González hacia la línea para el out final, los gritos de los compañeros de Giolito en el medio del diamante resonaron alrededor del estadio.
"Estoy emocionado por Lucas y muy feliz, extasiado y emocionado por Lucas", señaló Engel. "Apesta que no pudiéramos celebrar de la forma en que se celebran la mayoría de los partidos sin hits".
Precedente
La multitud más pequeña en la lista para cualquier juego sin hits en las mayores en los últimos 100 años llegó en 1944, cuando solo 1.014 vieron a Clyde Shoun de Cincinnati vencer a Bravos en Crosley Field.
En ningún lugar cerca de ese número en esta noche, no con el parque que tiene más de 40,000 puestos cerrados a los fanáticos debido a los protocolos de virus.
Basta decir que dentro de unos años, cuando los fanáticos de Medias Blancas recuerden con cariño la joya de Giolito, no habrá, digamos, 100.000 personas que afirmen haber estado allí para verla en persona.
Un All-Star el año pasado, Giolito (3-2), de 26 años, igualó su récord personal de ponches en su apertura anterior contra Detroit.
Solo una base por bolas de cuatro lanzamientos a González al comienzo de la cuarta entrada se interpuso en el camino de la perfección de Giolito. Ese fue el único corredor que permitió mientras lanzaba 101 lanzamientos
"He estado trabajando para este tipo de juegos por un tiempo y es genial que lo hayamos hecho", señaló Giolito.
Giolito confió en su cambio de velocidad y en su recta para hacer un trabajo rápido con Piratas, quienes llegaron al juego bateando solo .229 y tienen el peor récord en Las Mayores. Seis de sus titulares terminaron el juego bateando por debajo de .199 esta cita.
Los jugadores de Chicago se apresuraron hacia el montículo después del último out en el primer juego sin hits de Giolito en su carrera. Giolito abrazó al receptor James McCann cuando sus compañeros se unieron a la fiesta.
El lado sur de Chicago normalmente vibra con fuegos artificiales después de una victoria en casa, este es el club que le dio al juego el marcador explosivo, pero el parque permaneció en silencio mientras el dugout se vaciaba.
En su sitio
Giolito, por su parte, estuvo encerrado en su propia zona en las últimas entradas, plenamente consciente de lo que estaba en juego.
"Después del séptimo inning, seis outs más, mirando a quién me enfrentaba, se volvieron muy, muy, muy posibles", dijo, "y luego pudimos hacerlo".
Giolito contó que su enfoque nunca vaciló. “Simplemente manteniéndome con la misma rutina mental para cada lanzamiento. Un lanzamiento a la vez. Enfoque total, ejecución completa, directamente a través del objetivo'', dijo.
Giolito lanzó el 19º encuentro sin hits en la historia de Medias Blancas, el segundo más alto después de los 23 de los Dodgers, y el primero desde que Philip Humber lanzó un juego perfecto en en 2012. Esta fue la séptima vez que Piratas se han mantenido sin hits, con Max Scherzer de Washington. Habiéndolo hecho en 2015.
Barcelona / José Barberi Jr.
