Tras la llegada del cargamento de gasolina proveniente de Irán, el pasado domingo 4 de octubre, se esperaba que la escasez de combustible en Anzoátegui se solucionaría, al menos temporalmente.
Según el director ejecutivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), Eudis Girot, ahora el problema radica en la distribución.
Y es que de acuerdo con lo explicado por el dirigente petrolero, de las 92 gandolas con las que se cuenta en la entidad, sólo 17 están repartiendo el carburante, pues las otras están inoperativas.
Además, la mayoría de las que funcionan, acotó, tienen múltiples fallas debido a la falta de mantenimiento.
“Cauchos lisos, tren delantero y sensor de enfriamiento deteriorados son algunas de las deficiencias de los vehículos. Aunado a esto, no se les hace el cambio de aceite correspondiente. Por si fuera poco, hay unos que tienen aislado el pin de enganche entre la gandola y el chuto, lo que representa un gran peligro”, manifestó.
Girot explicó que la flota fue adquirida en 2012 y ya tiene ocho años de uso, aunque su vida útil era de cinco. “Las gandolas que andan circulando son unas bombas de tiempo ambulantes, son un riesgo. Los choferes que las manejan exponen sus vidas”, enfatizó.
Fracaso
El plan para la regularización de la gasolina, anunciado por Tareck el Aissami, ministro de Petróleo de Venezuela, fue un fracaso, según palabras de Girot.
“De las 95 estaciones de servicio que hay en Anzoátegui, sólo abrieron 21 ayer (lunes), lo que refleja que las órdenes de El Aissami son ignoradas y que los cuerpos de seguridad del estado tienen una anarquía en las bombas”, expresó.
Sumado a eso, el dirigente gremial denunció que los tanques donde se almacena la gasolina han estado descuidados durante muchos años y las consecuencias empiezan a ser visibles.
“Lamentablemente los contenedores están deteriorados, corroídos, tienen perforaciones y por lo tanto se filtra el combustible”, cerró.
Puerto La Cruz / Javier Guaipo