Las fuerzas de seguridad iraquíes dispararon gases lacrimógenos y munición real para dispersar a miles de manifestantes antigubernamentales este sábado, matando al menos a uno e hiriendo a más de 200 en la capital, Bagdad y en el sur del país, según la comisión de derechos humanos.
La mayor protesta tuvo lugar en Bagdad, donde decenas de miles de personas se reunieron en y cerca de una plaza central en desafío a la represión del gobierno que mató a docenas en el último mes.
Iraquíes han estado protestando desde el mes pasado, exigiendo un cambio radical en el sistema político establecido después de la invasión liderada por Estados Unidos en 2003, que para ellos es la causa de la corrupción generalizada, el alto desempleo y los servicios públicos deficientes.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Irak hizo un llamado a los países que emitieron declaraciones instando al Gobierno a respetar la voluntad de los iraquíes, diciendo que esos estados "deben respetar también su soberanía y no interferir en los asuntos internos".
En la ciudad sureña de Umm Qasr, los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes hirieron a 120 personas, según la comisión semioficial de derechos humanos.
La Alta Comisión Iraquí para los Derechos Humanos dijo que las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos y balas vivas para dispersar a cientos de manifestantes cerca del vital puerto Umm Qasr en el Golfo Pérsico el sábado por la mañana. La comisión dijo que muchos de los heridos estaban siendo tratados en un hospital de la ciudad.
Bagdad / AP
