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Froilán Barrios: El nuevo salario mínimo es un espejito para los trabajadores

marzo 13, 2022
Froilán Barrios denunció la existencia de una larga lista negra de líderes sindicales, de los cuales 150 están encausados por tribunales / Foto: Archivo

El presidente del Movimiento Laborista, Froilán Barrios, cree que el nuevo ingresó mínimo anunciado por el Ejecutivo, equivalente a medio Petro (Bs 126), resulta insuficiente y terminará por desaparecer a causa de la inflación. A su juicio, el Estado ha convertido los contratos colectivos en bonos al gusto de Nicolás Maduro. Advierte que el Gobierno planea sustituir sindicatos por consejos productivos de trabajadores.

–¿Un salario mínimo justo?

El nuevo salario mínimo decretado unilateralmente por Maduro es de 1/2 Petro equivalente a Bs 126 digitales y Bs 45 de cesta ticket, lo cual suma $37. Entre tanto la canasta alimentaria sobrepasa los $400 y la básica de bienes servicios está cercana a los $ 800. Es decir, se necesitarían cerca de Bs 2 mil y Bs 4 mil para una y otra.

–¿El nuevo salario mínimo estará anclado en el Petro?

En 2018 el salario mínimo se estableció en Bs 1 mil 800 y equivalía a $30, también a medio Petro, ya que 1 dólar equivalía a Bs 60 soberanos y terminó la historia en 2022 en 1 dólar a Bs 4 millones. En todo ese lapso de casi cuatro años, jamás el salario mínimo se mantuvo en medio Petro, sólo cuando arrancó en 2018, luego se esfumó.

– ¿Tendrá algún impacto para los trabajadores?

Es un nuevo espejito para los trabajadores ya que la inflación se encargará del pírrico aumento. Este salario es cada día más mínimo. Para muestra, en América Latina los salarios mínimos oscilan entre 150 y 425 dólares, con la excepción de Cuba que decretó a finales de 2021 un salario de 78 dólares, Haití recientemente estableció un promedio de 150 dólares y Ecuador, el más alto, a 425 dólares. 

–¿Cómo le ha ido al obrero con el presidente-obrero?

–Peor no puede ser. Sobreviviendo a la horrible tragedia de ocho años de gestión, y sus consecuencias para todos los sectores laborales del país, obreros, empleados, profesionales, pensionados y jubilados.

–¿A qué siglo lleva al país el socialismo del siglo XXI?

–Antes pensaba que era al siglo XIX; ahora lleva al país al esclavismo y al trueque. Si Burundi que, es uno de los países más pobres del África devengan 2 dólares diarios y sucumben en la miseria, ¿dónde ubicamos a Venezuela?: en el último lugar del planeta.

–¿Conviene que un presidente se involucre en una guerra ajena?

–Hace el papel de jalamecates junto a sus homólogos dictadores de Cuba y Nicaragua, apoyando al tirano Vladimir Putin en su injustificada invasión contra Ucrania, país soberano, a cambio de limosnas para sus arruinadas economías y rodilla en tierra suplicando protección del nuevo zar, mientras cada uno de sus países sucumben en la pobreza.

–¿Cuáles serían las consecuencias?

–Impredecibles. Putin es un peligro para la humanidad. Es una especie de combinación de Hitler y Stalin, que no le importaría jugar a un nuevo Holocausto para mantenerse en el poder. 

Cambalache chucuto 

–¿El papel de los sindicatos hoy? 

–El plan de la tiranía es sustituirlos por los Consejos Productivos de Trabajadores. Pregúnteles a los trabajadores petroleros lo que está pasando en Pdvsa al respecto. 

–¿Y los contratos colectivos? 

–Rebanados, hasta convertirlos en una caricatura, sustituidos por bonos a discreción del tirano mayor. 

–Si Maduro fue sindicalista del Metro de Caracas, ¿por qué, como presidente de la República, llevó a que este sistema de transporte esté tan deteriorado? 

–No solo el Metro, todas las empresas del Estado, ya que este ex delegado sindical las ha quebrado con premeditación y alevosía; no les invierte un céntimo, con la falsa excusa del bloqueo. 

 –¿Qué es de la vida de Carlos Ortega? 

–Continúa su largo exilio en Lima y siempre pendiente del acontecer nacional y laboral. 

–¿Y de su Movimiento Laborista? 

–Reorientado a promover planes de formación a las nuevas generaciones de trabajadores y sindicalistas del país. 

 –¿Dónde están los 2 millones de afiliados que tenía la CTV? 

–No continúan afiliados ni en la CTV, ni en ninguna central sindical; persisten en algunos sindicatos de base y federaciones ante la fragmentación que sufre el sindicalismo venezolano.  

–¿Cómo se la llevan el sindicalismo y la derecha? 

–No muy bien. Estos ven al sindicalismo como algo exótico del que se acuerdan cuando hay que hacer oposición. 

–¿El presidente más amigo de los sindicatos? 

–Los presidentes electos durante el puntofijismo solían consultar a las centrales sindicales para fijar salarios. 

–¿Hay lista negra contra el sindicalismo independiente? 

–Y bien larga. Más de 150 dirigentes sindicales y gremiales están encausados en tribunales para frenar la protesta laboral, siendo actualmente el caso más emblemático, el del trabajador ferrominero Rodney Álvarez, preso durante 10 años por un crimen cometido por un sindicalista oficialista 

Oportunismo opositor 

–¿Creen los trabajadores en la oposición venezolana? 

–Muy poco. No se sienten representados en fuerzas políticas cuya única relación con el trabajador es obtener su voto y apoyo a sus disparates. 

–¿Por qué no se sienta un obrero a la mesa de diálogo? 

–Simplemente porque no son convocados. No le dan la importancia necesaria a la fuerza social de los trabajadores. 

–¿El mayor beneficiado en las negociaciones entre gobierno y oposición? 

–Es una negociación entre dos cúpulas de un país tristemente representado por dos minorías. 

–Como profesor universitario, ¿comparte el honoris causa otorgado por la Universidad Bicentenaria de Aragua a Freddy Bernal? 

–Para nada. Esa universidad degeneró para ser complaciente con el régimen. No les extrañe otros “horroris causa” similares al tirano mayor y al teniente del Furrial, como el que una vez le otorgó a Chávez la Unellez en su mala hora. 

–¿Lo frívolo del sindicalismo nacional? 

–Que no entiendan que la fragmentación los debilita aún mas y debieran definir un lugar común para unificar esfuerzos.  

–¿Qué diría hoy José Vargas? 

–Jamás hubiera pensado en la degradación que sufre hoy el trabajador venezolano. 

–¿El colmo de un sindicalista? 

–En tiempos de socialismo del siglo XXI tener que mendigar un salario mínimo en lugar de lograr un contrato colectivo. 

 –¿El poder real del sindicalismo? 

–Es fundamental para la reconstrucción nacional. Para muestra, allí están los casos del rol que jugó la clase trabajadora alemana con la Cogestión empresarial después de la segunda guerra mundial y en los 80 Lech Walesa en Polonia. 

–¿Están hoy más unidos los sindicatos y Fedecámaras? 

–Realmente, lo que existe es una comunicación más fluida que otrora. Aunque debiera avanzarse en acuerdos bipartitos audaces, más allá de un remitido. 

Sempiterna división  

–¿Lo inconsistente sindical? 

–La falta de visión en torno a lograr un espacio unitario.  

–¿Cuántos líderes sindicales son hoy millonarios? 

–La camarilla representada en la oficialista Central Bolivariana Socialista de Trabajadores de la Ciudad, el Campo y la Pesca y, agrego, del subsuelo donde esconden el botín saqueado de los salarios y beneficios de los trabajadores. Por cierto, la paradoja de esta central gobiernera es organizar este mes un Congreso para homenajear al presidente obrero que condenó a la miseria a todo un país. 

–¿Suplantan las milicias a los trabajadores? 

–Para nada.  

–¿Se han logrado acuerdos con Wills Rangel? 

–No se puede llegar a acuerdos con un individuo que entregó los sindicatos y contratos colectivos, empezando por el petrolero, a la discreción del régimen. Cuando habla en los medios de comunicación habla más como ministro, diputado, directivo de Pdvsa, y en ningún momento como sindicalista, olvidándose de las penurias del trabajador en Venezuela. 

–¿Un posible líder de los trabadores? 

–Aparecerán sin duda. No uno, muchos, en los diferentes ámbitos de los trabajadores de los sectores público y privado. 

 –¿Otro obrero para la presidencia? 

–Vade retro.  

 –¿Sindicalistas al poder? 

–¿Por qué no? Lo harían mucho mejor que los millares de militares que actualmente saquean ministerios, alcaldías y gobernaciones, e igualmente que muchos políticos opositores que monopolizan la representación política asignada como botín electoral solo a su militancia. 

 –¿Despertarán del letargo los obreros venezolanos? 

–Los indicadores de la protesta social según el Observatorio de Conflictividad Social en los últimos 12 años la lideran los trabajadores, la cual se desarrolla fragmentada en las regiones sin ninguna coordinación nacional 

 – ¿La próxima “rebelión en la granja”? 

-Puede sorprendernos en cualquier momento. Por ejemplo, en las calles de San Petersburgo y Moscú se han levantado protestas contra la invasión de Putin a Ucrania. 

De perfil 

Froilán Barrios es licenciado en Relaciones Industriales egresado de la Universidad de Carabobo, en 1976. Se especializó en Planificación de Recursos Humanos en la Universidad de Paris I Panteón-Sorbona, en 1979; y en Gerencia Estratégica, en la Universidad Eastern Michigan, en 1994. Fue Diputado a la Asamblea Nacional Constituyente en 1999. Es presidente del Movimiento Laborista, docente y asesor académico en Pregrado y Postgrado en las Universidades: LUZ, UBA, Ucab y tecnológicos universitarios. Es secretario ejecutivo de la Central de Trabajadores de Venezuela (CTV) y fue secretario de Reclamos del Sindicato de Profesores de la Ucab (Sipucab). Es articulista de diarios regionales y nacionales. En diciembre de 2020 obtuvo en el Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes) de la UCV el título de Doctor en Estudios del Desarrollo.  

Caracas / Jolguer Rodríguez Costa 

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