Francia, liderada por Jo-Wilfried Tsonga, buscará ante su público levantar su décima Copa Davis, la primera en 16 años, frente a la Bélgica de David Goffin, que intentará obtener su primera corona en su tercera final.
El Stade Pierre Mauroy de Lille (norte de Francia), con capacidad para unos 30.000 espectadores, será testigo del combinado que sucederá en la cima del tenis de selecciones a Argentina, campeona en 2016.
Los franceses atacarán el primer encuentro con Lucas Pouille, quien se medirá al mejor tenista belga del momento, Goffin, este viernes.
Pouille, de 23 años, ocupa el número 18 del mundo y ha vencido esta temporada en varios tipos de superficie: Viena (pista dura cubierta), Stuttgart (hierba exterior) y Budapest (tierra batida exterior). Pero enfrente tendrá a un rival belga en el mejor momento de su carrera -ocupa el séptimo puesto en la ATP- que consiguió superar una torcedura de tobillo provocada el pasado junio en Roland Garros por una de las lonas de la pista Suzanne Lenglen.
Ganador en las pistas duras de Tokio y en Shenzhen (China), además de alcanzar las semifinales en Basilea, Goffin, de 26 años, acaba de disputar la final de la Copa de Maestros de Londres ante Grigor Dimitrov, frente al que cedió en tres sets (7-5, 4-6 y 6-3).
En el camino de los Masters, el tenista de Rocourt tumbó a su ídolo Roger Federer y al número uno Rafa Nadal, quien venía muy tocado en la rodilla.
“Para Bélgica, un país tan pequeño, dos finales en tres años es algo increíble y vamos a intentar traer el trofeo para casa”, dijo Goffin en declaraciones difundidas por la Copa Davis.
A su duelo con Pouille le seguirá el de los treintañeros Tsonga y Steve Darcis, número 76 del circuito y cuyos dos únicos títulos individuales los logró en 2007 (Amersfoort, Holanda) y 2008 (Memphis, EE UU).
Tsonga, la mejor raqueta francesa (15º en el ránking ATP), ha cumplido su temporada más prolífica en títulos: levantó el torneo belga de Amberes (pista dura), los franceses de Lyon (tierra batida) y Marsella (pista dura) y el holandés de Rotterdam (pista dura).
El sábado los dobles recaerán en los franceses Richard Gasquet y Pierre-Hugues Herbert, que se medirán a los belgas Ruben Bemelmans y Joris de Loore.
En esta modalidad, el capitán galo, Yannick Noah, sorprendió por dejar fuera a Nicolas Mahut y Julien Benneteau, ambos de 35 años, pues habían entrenado regularmente en los dobles.
También generó sorpresa la decisión del capitán belga, Johan Van Herck, de apostar por Joris De Loore en lugar de Arthur De Greef para unirse a Ruben Bemelmans.
A De Loore, que no juega en el circuito desde su operación en septiembre, le respaldan las victorias contra Alemania en primera ronda de este año, y el play-off del Grupo Mundial 2016 contra Brasil.
El domingo están programados los duelos entre Tsonga y Goffin y entre Pouille y Darcis, que pueden ser claves si ningún equipo gana los tres primeros encuentros.
En caso de victoria francesa, los galos lograrían diez Copas de los Mosqueteros en 17 finales y empatarían en el tercer lugar del palmarés con Reino Unido. Lejos queda EEUU, que acumula 32 triunfos, seguido por Australia, con 28.
Mientras, los belgas harán historia si vencen en su tercer choque decisivo, después de los de 1904 y 2015.
París / EFE