La moción para destituir al presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, no salió adelante este sábado en la Asamblea Nacional (Parlamento) del país debido al boicot del partido gobernante a esta medida.
La iniciativa presentada por la oposición para inhabilitar a Yoon por haber declarado la ley marcial el pasado martes fue votada por solo 195 parlamentarios de los 300 que conforman la cámara, un número insuficiente para que el resultado de la votación sea considerado válido.
Para que la moción fuera aprobada, eran necesarios al menos 200 votos a favor del total de 300 escaños. Los votos depositados, de carácter anónimo y cuyos resultados no llegaron a ser recontados, indican que únicamente tres diputados del gobernante Partido del Poder Popular (PPP) participaron en la iniciativa, sumándose a los 192 parlamentarios de la oposición que impulsaron la medida para desbancar a Yoon.
El mandatario seguirá de este modo en el poder pese al clamor político y social en su contra, después de que en la noche del martes declarara por sorpresa la ley marcial, sumiendo al país en el caos, y se viera obligado a retirar esta medida apenas seis horas después por otra votación en la Asamblea, donde la oposición cuenta con la mayoría.
La moción fallida para su destitución tuvo lugar tras la votación de otra propuesta para establecer una investigación sobre la primera dama, Kim Keon-hee, por supuesta corrupción, que tampoco salió adelante al no alcanzar los dos tercios necesarios de los apoyos, lo que ya apuntaba al fracaso de la iniciativa para inhabilitar a Yoon.
La práctica totalidad de los diputados del PPP abandonaron el hemiciclo tras ese primer voto, lo que dejó gran parte de las bancadas vacías y motivó varios llamamientos de políticos de la oposición a los del partido gobernante a participar en una votación que calificaron “de importancia histórica”.
Una manifestación multitudinaria contra el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, había arrancado este sábado frente a la Asamblea Nacional de Corea del Sur, en Seúl, antes de la sesión en esta cámara para aprobar o no la destitución del mandatario por la aplicación de la ley marcial.
La protesta, en la que participan plataformas civiles y políticas, además de la Confederación Coreana de Sindicatos (KCTU), el mayor grupo sindical del país, comenzó a las 15.00 hora local (6.00 GMT) frente a la sede del órgano legislativo, y en medio de un gran despliegue de seguridad.
Algunos de los grupos participantes, entre ellos la confederación sindical, se concentraron en otros puntos de la capital antes de la protesta general y se desplazaron hasta la Asamblea en lo que llamaron una ‘Marcha de Vigilia Nacional’ que podría prolongarse durante la tarde y la noche.
El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, pidió este sábado disculpas al pueblo surcoreano por la ley marcial que conmocionó al país en la noche del pasado martes, y afirmó que dejará en manos de su partido su poder y la estabilización de la situación política.
“Pido sinceras disculpas por causar preocupación e inconveniencias a la ciudadanía”, dijo Yoon en una breve alocución realizada este sábado desde la oficina presidencial y retransmitida por los medios nacionales, en su primera aparición pública desde que levantó la ley marcial en la madrugada del miércoles.
“La declaración de la ley marcial fue realizada desde un sentido de urgencia como presidente, quien es el último responsable de los asuntos estatales”, afirmó el mandatario, quien añadió que “no eludirá las responsabilidades legales o políticas derivadas de esa decisión”.
Yoon también dijo que “nunca habrá una declaración de una segunda ley marcial”, después de que en la víspera diversas voces advirtieran sobre movimientos dentro del Ejército que apuntaban a un nuevo estado de excepción, lo que llevó a altos cargos a anunciar que no aceptarían esa medida y a diputados de la oposición a hacer turnos para permanecer durante gran parte de la jornada en el parlamento.
El presidente anunció asimismo que dejará “la estabilización de la situación política, incluido su mandato, en manos del partido”, ante la creciente presión política y social para que abandone su cargo, y a unas horas de que la Asamblea Nacional vote este mismo sábado una moción para destituirlo.
Seúl / EFE