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El Tiempo Informando al Pueblo Oriental

Floria Márquez: Como millones de venezolanos estoy indecisa

marzo 19, 2023
“Jamás cantaría en un acto del oficialismo”, asegura Floria Márquez / Foto: TalCual

Para la show woman de Venezuela tratar de unir a una oposición que no tiene la voluntad política de unirse, es arar en el mar. Decepcionada del liderazgo nacional, dedica a la población el legendario tema musical “Ansiedad”.

–¿Una canción para la Venezuela de hoy?

–“Ansiedad”.

–¿Una serenata para Nicolás Maduro? 

–No merece una sola canción.

–¿Un concierto para la oposición G3?

– No tengo ni la menor idea de que es eso.

–¿Votará en las primarias? 

–Como millones de venezolanos estoy indecisa.

–¿Su candidato (a)? 

–No tengo.

–¿Un consejo a las féminas de la revolución? 

–No tengo que decirles nada. No merecen ser llamadas “féminas”.

–¿Una melodía para Vladimir Putin? 

–La maldad de ese hombre solo acepta una melodía fúnebre.

–¿Para Joe Biden? 

–Para mí es un ser insoportable, no se me ocurre nada.

–¿Una pareja gobierno-oposición para que bailen uno de sus boleros? 

–Realmente me sentiría ofendida si bailaran una de mis canciones.

–¿Ha mejorado la situación del país?

–Lamentablemente no.

–¿Modesta?

– Sí lo soy y la practico en mi vida.

–Wikipedia la incluye en la lista de las mujeres más importantes del espectáculo… 

–¡Wao, qué sorpresa! No lo considero así, pero gracias de todas formas. 

Unión imposible 

–¿Montaría un café concert para unir a la oposición?  

–Es imposible unir a quien no quiere, porque además hay demasiados intereses de por medio. No perdería mi tiempo en eso. 

 –¿Se ha autocensurado cuando canta?  

–No. 

–¿En qué nota (musical) anda el venezolano?  

–En “La menor”, tirando a “La Mentable”. 

–¿Por qué no ha emigrado?  

–Porque jamás me lo he planteado. 

–¿Una melodía para incentivar el regreso de siete millones de connacionales idos?  

–No existe. 

–¿Otra para el fin de la “revolución”?  

–Una que oí hace años, “Maldita Sea”.  

–¿Una nostalgia caraqueña?  

–“Bella Caracas” de Don Billo Frómeta. 

–¿Una nostalgia musical?  

–La música de Armando Manzanero.  

–¿La canción emblema del período 1958-1998?  

–Hay demasiadas canciones bellas en ese período, no puedo escoger una sola. 

–¿Del socialismo del siglo XXI? 

–Una que cantaba La Lupe, “Teatro, puro teatro”. 

 –¿Una melodía para otra etapa más del “diálogo” nacional? 

–Una canción que cantaba Mirtha Pérez, “La nave del olvido”. 

–¿Una esperanza?  

–Que de alguna forma superemos esta pesadilla. 

–¿Una indignación?  

–Que esta “revolución” surgió supuestamente como respuesta a las desigualdades sociales de la época, y ahora las mismas son aún peores, pero con un país arruinado. 

–¿Una convicción?  

–Que lamentablemente no vamos a llegar a ninguna parte. 

–¿Una alegría?  

–Poder cantarle todavía al público que quiere escucharme y verme. 

–¿Un animal?  

–El gato. Me fascinan. 

–¿Una tristeza?  

–Tener los políticos del Gobierno y de oposición que tenemos ahora. 

–¿Un reto?  

–Sobrevivir física y anímicamente a esta debacle. 

Como un Gorrión 

–De ser pájaro, cantaría como un…  

–Gorrión. 

 –Como show woman de Venezuela, ¿cuál es su referencia musical?  

–Lisa Minelli y Paloma San Basilio. 

–¿Y su alter ego?  

–Nadie. 

–¿Tiene influencia de su hermano Rudy Márquez?  

–Ninguna. 

–¿Animaría las bailantas de la pareja presidencial?  

–No. 

–¿Un líder?  

–Ninguno me representa. 

–¿Un Papa?  

–Juan Pablo II. 

–¿Una heroína?  

Ana Frank. 

–¿Una obsesión?  

No tener deudas económicas. 

–¿Un complejo?  

–Me encantaría tener el pelo liso. 

–¿Una virtud?  

–Soy auténtica. 

–¿Un pecadillo confesable?  

–Me encanta jugar cartas con mis amigas. 

– ¿Una herencia del San José de Tarbes?  

–La maravillosa educación que recibí, y el grupo de amigas de esa época que todavía nos queremos. 

–¿Y del restaurant El Parque del Parque Central caraqueño?  

–Descubrirme como cantante y mi relación con el público. 

–¿Una intensidad?  

–Ser enfermizamente puntual. 

–¿Una lucha?  

–La vida. 

–¿A qué le saben los aplausos?  

–A felicidad. 

–¿Una pasión?  

–La autenticidad. 

–¿Un amor?  

–Mi familia y mi maravilloso esposo. 

 –¿Su lado revolucionario? 

–¡ Zape! lo “revolucionario”!, eso no es conmigo. 

–Casada a los 17 años, ¿sabía lo que hacía?  

–Para nada. 

–¿A cambio de qué cantaría en un acto del oficialismo?  

–Jamás lo haría. 

–¿Tolerante?  

–Sí, y mucho. 

–¿Una melodía para llorar?  

–Una que me toque el alma. 

–¿Otra para beber?  

–No bebo alcohol.  

–¿Cómo le gustaría ser recordada?  

–Como una profesional del espectáculo a carta cabal, que se entregó por completo al público. Eso me haría muy feliz. 

De perfil 

Floria Márquez nació en Caracas el 11 de febrero de 1950. Cantante y actriz, proviene de una familia musical: su madre, Bertha van Stenis, era una pianista clásica y uno de sus hermanos es el cantante Rudy Márquez. Comenzó a explotar el género musical del Bolero en 1987, luego de tener tres meses de haber enviudado. Pronto dio a conocer su singular y pasional estilo que la hizo muy popular en el ambiente nocturno de Caracas y el interior del país. Se ha presentado en Colombia, Bahamas, Aruba, México, Argentina y Estados Unidos. Ha compartido escenario con Armando Manzanero, Los Panchos, Lucho Gatica, Oscar D’Leon, Cheo Feliciano, entre otros. Ha efectuado 40 conciertos con diferentes orquestas sinfónicas profesionales. En paralelo, se ha desempeñado como actriz de teatro en dos obras: "Ella Sí Canta Boleros" de Ciro Acevedo Yáñez y el café concert "La Cosa es Amar”. Está casada con el productor musical y orquestador venezolano Pedrito López. 

Caracas / Jolguer Rodríguez Costa 

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