Parientes reconocieron y solicitaron los restos de Adolfo Jesús Moya Saballo, de 21 años, quien fue ultimado de dos balazos en el tórax, a las 10:00 pm del pasado viernes 23, en la autopista José Antonio Anzoátegui, a la altura del peaje del sector Mesones de Barcelona.
Los familiares cumplieron los requisitos para llevarse el cadáver que estaba en la morgue del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf).
Según declaró un vocero policial, aquel día Moya y tres secuaces presuntamente sometieron a un funcionario de la Policía del estado Anzoátegui (Polianzoátegui) cuando orinaba en la vía. A parecer le robaron su pistola y un teléfono móvil.
Una comisión de la Policía Municipal de Bolívar (Polibolívar) sepercató delatraco. Los sujetos desacataron la voz de alto que dieron los uniformados, y ocurrió la presunta refriega. Moya cayó abatido y sus acompañantes huyeron.
Otras voces
Una versión diferente a la policial dieron el ama de casa María Morales y la minera Joxi Ruiz, esposa y hermana de Adolfo Moya, respectivamente. Contaron que ese día el joven salió de su domicilio, situado en la calle 16 del barrio El Viñedo, para comprar hamburguesas cerca del peaje de Mesones.
Refirieron que unas personas reportaron en esa fecha que los tripulantes de unos carros intercambiaban disparos y uno alcanzó en la espalda a Moya, quien era minero y ayudante de albañilería.
Adolfo era el último de los cuatro hijos del ama de casa Danmari Saballo y el funcionario policial, Nelson Moya.
María y Joxi demandaron justicia por la muerte del veinteañero.
Barcelona / Yraida Núñez