Dos días después de haberse generado autolesiones, la expresidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, manifestó que "no quiere vivir más".
"Ya no quiero vivir. Mis hijos necesitan hacer su vida. Ya no quiero más medicamentos que no sé cuáles son. Pido por favor a mis carceleros que me digan qué estoy tomando", señala un mensaje difundido en sus redes sociales.
En el texto, publicado en Twitter, se indica que la exmandataria interina "está muy débil. Sufre de forma permanente. Cada 10 minutos ingresa alguien a su celda, a espiar, a preguntar o no se sabe a qué. Vive en alerta, angustiada, sin descanso porque desconoce qué le van a hacer: Si sedarla, envenenarla o trasladarla sin rumbo conocido".
El pasado domingo, una comisión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) visitó a la opositora y recomendó que se implementen estrategias para prevenir autolesiones o el suicidio aplicando también la perspectiva de género.
"Los estándares internacionales resaltan que la salud mental de las personas privadas de libertad debe ser atendida de manera específica y aplicando la perspectiva de género", reza una parte del comunicado difundido por los funcionarios de la organización.
La Paz / Redacción web