Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo diario de frutas ayuda a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles y garantiza la ingesta de fibra dietética necesaria para cada organismo.
En ese sentido, el licenciado en Nutrición y Dietética, Leonardo Bravo, explica que estos productos ofrecidos por la naturaleza son el sustrato en el mantenimiento de la microbiota (flora intestinal), que interviene en el mantenimiento del organismo y regula el sistema inmunitario.
Agregó que comer frutas es parte de una dieta saludable y equilibrada, al aportar las vitaminas y minerales que nuestro cuerpo requiere.
Bravo, coordinador del servicio de Nutrición del Hospital Dr. Luis Razetti de Barcelona y de la Clínica de Especialidades Anzoátegui (Lechería), recalcó la importancia de que la población en general, tome al menos dos porciones al día, mientras que en niños y mujeres embarazadas, aconseja tres.
“Cada una tiene sus beneficios y nutrientes específicos, siendo las más recomendadas para el consumo aquellas de temporada, por conseguirse en mayor cantidad, a mejor precio y por necesitar para su cultivo menos fertilizantes y productos químicos", dijo el experto.
En la lista de las 20 frutas más saludables ofrecida en la página especializada en salud Healthline.com, se encuentran, por ejemplo, la toronja, la naranja y el limón como las mejores para contribuir a la pérdida de peso y disminución de riesgos de desarrollar cálculos renales, gracias a su ácido cítrico.
Asimismo, se hallan la lechosa y la manzana, con gran contenido de antioxidantes, anticancerígenos y nutrientes que mejoran la digestión.
Las piña, fresa y mango son de excelentes efectos antiinflamatorios, mientras que el plátano y el aguacate poseen en alto contenido en potasio, contribuyen con la salud del corazón y a mantener buenos niveles de azúcar en la sangre.
Hay quienes descartan comer frutas en horas de la noche por miedo a que les acarree un aumento de peso. Sin embargo, Leonardo Bravo indicó que esto es un mito, puesto que la evidencia científica apunta no hacia horarios, sino a la cantidad y forma en que se consumen.
El cuidado hay que tenerlo con los jugos. Refirió que la Sociedad Americana de Diabetes no los recomienda aunque sean naturales y sin azúcar, ya que así sí elevan el riesgo de adquirir sobrepeso y desarrollar diabetes.
Explicó que al licuar la fruta se destruye su principal propiedad, que es la fibra, y hacemos que se desprenda la fructosa (azúcar natural), relacionada con la elevación de la glucosa, los triglicéridos y la síntesis de grasa en el hígado.
Bravo aconsejó incluir las frutas en las meriendas y consumirlas preferiblemente enteras, con la piel de ser posible, a fin de aprovechar al máximo sus beneficios relacionados con la fibra, vitaminas y minerales.
Puerto La Cruz / Andrea Aroca