La situación del sector cacao en el estado Sucre, productor del 53% del rubro a nivel nacional, está lejos de ser muy favorecedora. Álvaro López, productor del fruto, delegado de la asociación cacaotera de Sucre (Asoprocao) y delegado de Fedeindustria del sector en Paria, detalló las dificultades que están sufriendo en la zona, con problemas fitosanitarios y la desatención a los cultivos desde hace algunos años y cuya consecuencia más notoria es la posibilidad de desaparición del bosque de cacao de la península.
“El cultivo cacao (Theobroma Cacao L.), es una actividad con más de 500 años de tradición cultural en Sucre, es un cultivo ancestral de gran acervo histórico, educativo y de identidad patrimonial y ecológico, es un cultivo permanente, conservacionista, productor de agua y protector de cuencas hidrográficas, sub cuencas y micro cuencas, productor de oxígeno, productor y protector del suelo y generador de riquezas para la familias sucrense, además de estar clasificados como rubro estratégico de primera necesidad por decreto presidencial N° 8.157, publicado en gaceta oficial N° 39.655 del 13 de abril del año 2011”, explicó el cacaocultor, al reseñar la importancia no solo económica sino también ambiental del futro.
En tal sentido, agregó que las productoras y productores de cacao deben ser considerados además de cacaocultores como prestadores de servicio ambiental y garantizárseles todos los medios para su desarrollo social integral.
Sobre las amenazas que sufren los cultivos en la actualidad, explicó que hay una proliferación de plagas y enfermedades como la moniliasis, phytopthora, mal de machete; antracnosis, cáncer de tronco; agallas; pero principalmente por la escoba de bruja (moniliophthora perniciosa), considerada como una de las enfermedades fúngicas más destructoras y de importancia económica.
Al respecto, dijo que esta enfermedad tiene un fuerte impacto en la producción y calidad del cacao y está devastando el bosque cacaotero, debido a la ausencia de transferencias tecnológicas, asistencia técnica, campañas fitosanitarias, extensión agrícola y acompañamiento financiero. “Esto ha traído como consecuencia las pérdidas del 30% de las plantaciones y los bajos niveles de rendimiento del cultivo por debajo de los 200 kilogramos por hectárea”, dijo.
A los problemas fitosanitarios, el experto agregó que el bosque cacaotero del estado Sucre está plantado con 36 mil hectáreas, distribuidas en 12 mil familias cacaoteras, cultivadas bajo condiciones y técnicas agrícolas tradicionales, el 50% de las plantaciones son viejas e improductivas con debilitamiento de los suelos, el 80% de los productores de cacao serán mayores de 70 años en un horizonte temporal de 10 años.
Ante panorama, advirtió que sin juventud rural capacitada y motivada para el relevo que garantice la coexistencia del bosque cacaotero pariano, se minimiza la fuerza laboral en Sucre, 90% sin asistencia técnicas ni financiamiento para la protección de la cosecha, lo que causa la baja productividad de los cacaotales, 95% del volumen producido del cacao no es beneficiado por falta de capacitación, estructuras físicas y maquinarias generando pérdidas considerables en el valor agregado.
Resaltó, además que 80% de la vialidad, trochas y caminos de penetración agrícolas son intransitables “lo que dificulta a sus productores poder atender sus unidades productivas y sacar sus cosechas, todo esto en detrimento de la calidad de vida de las familias cacaoteras de Sucre”.
Ante las circunstancias que atraviesa el sector, López informó que existe un plan que se está presentando a las autoridades y productores privados, que propone como primera medida unir al circuito cacaotero del estado Sucre (productores, comercializadores, industriales, exportadores y gobierno).
Igualmente, crear y constituir la mesa técnica del cacao del estado Sucre e iniciar loa rehabilitación de 14 mil hectáreas, que representa 60% de la superficie plantada, y adicionalmente, fomentar 4.200 nuevas hectáreas.
El experto también planteó la construcción de nueve viveros centrales municipales para la producción de 250 mil plántulas de cacao y especies forestales por viveros y la realización de dos campañas fitosanitarias por año, para la protección de cosechas.
Carúpano / Cecilia Lárez