El enviado especial del presidente estadounidense Donald Trump para Venezuela pidió el martes a los países del mundo que usen sus recursos para presionar al “régimen ilegítimo” de Nicolás Maduro a renunciar al poder y aseguró que espera que el Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de Naciones Unidas) vote esta semana una resolución llamando a la admisión de ayuda humanitaria en Venezuela.
Elliot Abrams dijo a los periodistas que espera que la resolución también pida elecciones libres. “La solución a la situación humanitaria es lograr un gobierno que trabaje para la gente de Venezuela en lugar de en contra de la gente”, afirmó.
Por su parte, el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, pidió en la reunión que Estados Unidos deje de propagar mentiras y deje de acusar al gobierno de Maduro de provocar violencia para impedir la entrega de ayuda humanitaria. Arreaza explicó que la mayoría de heridos en altercados recientes en puentes internacionales que enlazan la ciudad colombiana de Cúcuta con territorio venezolano fueron soldados venezolanos y no miembros de la oposición.
“¿Cómo nos van a decir a nosotros que queremos que nuestro pueblo se muera de hambre?”, preguntó el canciller en tono de indignación tras decir que el envío de ayuda humanitaria es “una operación de propaganda” estadounidense y que Venezuela ha “sido objeto de una agresión internacional”.
Arreaza destacó que su gobierno está dispuesto a sentarse con el líder opositor Juan Guaidó y pidió que el Consejo de Seguridad apruebe una resolución que descarte el uso de la fuerza sobre Venezuela.
El Consejo de Seguridad se encuentra dividido acerca de Venezuela. Estados Unidos y más de 50 naciones occidentales y latinoamericanas respaldan a Guaidó --quien se declaró presidente interino el pasado 23 de enero--mientras que Rusia, China y otros países apoyan a Maduro y se oponen a cualquier injerencia en los asuntos internos de la nación sudamericana.
Estados Unidos convocó la sesión del martes después de los publicitados intentos de Guaidó para introducir ayuda humanitaria a Venezuela el fin de semana, los cuales enfrentaron una dura resistencia de las fuerzas de seguridad leales a Maduro.
Preocupación expresa
Durante la reunión del consejo, Abrams aseguró que le preocupa la seguridad de Guaidó cuando éste regrese a Venezuela desde Colombia, donde se encuentra en estos momentos.
Países como Perú, Bélgica o Reino Unido hablaron en la reunión a favor de convocar elecciones libres, permitir la llegada de ayuda al país y expresaron su apoyo a Guaidó mientras que otros como Rusia o China criticaron a Estados Unidos por su injerencia en los asuntos internos de Venezuela. En un momento dado el embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, y Abrams se enzarzaron en un debate, criticando la política exterior de cada uno de sus países.
Nebenzia destacó que el único objetivo de Washington respecto a Venezuela no es resolver los problemas del país latinoamericano sino “un cambio de régimen, incluyendo el uso de amenazas para lograrlo a través de la intervención extranjera”.
Sanciones
El lunes el gobierno de Estados Unidos impuso nuevas sanciones a políticos aliados al gobierno de Maduro y pidió a países latinoamericanos congelar cualquier activo de la petrolera estatal venezolana. El vicepresidente estadounidense Mike Pence participó en una reunión del llamado Grupo de Lima, que exigió la salida inmediata de Maduro y la celebración de nuevas elecciones en Venezuela, aunque también enfatizó que cualquier cambio debe hacerse sin el uso de la fuerza.
El martes, cuando se le preguntó a Abrams antes de la reunión si Estados Unidos va a intervenir militarmente en Venezuela, éste respondió “no”.
“El presidente ha dicho que todas las opciones están sobre la mesa”, aclaró Abrams. “Los presidentes siempre dicen eso, y con razón. Sin embargo, Rusia queda mal al hablar sobre intervención militar después de haber desmembrado tanto a Georgia como a Ucrania”.
Naciones Unidas / Claudia Torrens / AP