Se dice que los primeros años de formación de un niño pueden marcar su vida para siempre. Bajo esta premisa docentes, padres y representantes coincidieron en que es necesario fomentar la alianza entre la familia y la escuela como algunas de las herramientas fundamentales para educar a personas sanas, capaces de desenvolverse de la manera más positiva en el futuro.
“La primera escuela es la familia, por eso hay que trabajar en conjunto para que lo que nosotros construimos en el aula de clases sea afianzado en el hogar, que exista una comunicación más fluida para un aprendizaje efectivo. También el docente desde educación inicial hasta sexto grado debe ser especial con capacidades humanas, pedagógicas, buena presencia, buen carácter para moldear la formación. Es decir, para que el niño pueda crecer no solo físicamente sino cognitiva e intelectualmente sano lo más básico es la familia, los docentes, espacios, recursos de aprendizaje y la alimentación”, manifestó la dirigente gremial en el estado Anzoátegui, Maira Marín.
Adelaida Guzmán, docente actual de educación inicial, señaló que para nadie es un secreto que la educación venezolana ha sido golpeada, pero con el ingenio y el apoyo de los padres y representantes se pueden lograr los objetivos del aprendizaje correcto.
“En la actualidad lo que se quiere es que la maestra sea innovadora, creativa y que trabaje con la triada de escuela, comunidad y familia. Es decir, se integren a los padres en las escuelas para que lo que aprendan lo enseñen en casa, involucrar más a los padres en la educación de los niños y si no se tienen los recursos, hay que ingeniárselas con material de reciclaje o cualquier otra cosa para que llegue el mensaje”, expresó Guzmán.
La también educadora Yineth Araguatamay comentó que en los primeros años de escuela se debe formar su parte social, motriz y lógica; se debe fomentar la curiosidad y la indagatoria para que el niño no sea conforme y siempre pregunte.
“También se debería incluir una formación inicial en lengua extranjera como inglés, que es el idioma universal, pues mejoraría la calidad educativa de los niños para un futuro tener unas personas más preparadas, que sepan expresar sus ideas sin limitarse”, dijo.
Por su parte, Yusmelys Lárez, quien tiene más de 20 años en el sector educación, hizo énfasis en que se debe trabajar en brindarle los mejores conocimientos, aumentar el nivel de exigencia y seguridad para que los niños tengan confianza en sí mismos. Así como recibir una educación tecnológica supervisada por docentes y representantes, de acuerdo a su grado, debido a que deben ir a la par de los avances tecnológicos que impone la sociedad.
“Ahorita hay muchas herramientas educativas a la mano y sin embargo vemos el deterioro de la educación, porque también el nivel de exigencia ha bajado muchísimo, el sistema está permisivo”, aseguró.
Además de coincidir con las opiniones de las docentes, algunos representantes señalaron la importancia de rescatar los valores para educar adultos sanos.
“Muchos representantes también están perdiendo los valores y no se los están inculcando a los niños, sobre todo el valor más importante que es el respeto. Ahorita hay niños que no te piden permiso, no te dan los buenos días. Sé que en algunas escuelas los están rescatando nuevamente, esperemos que así sea en todas, porque ahorita la mayoría de los padres y representantes son jóvenes que a veces ni siquiera crían a los niños, sino que se los dejan a los abuelos, tíos o primos y viven en la calle”, opinó Mariángela Jiménez, madre de dos menores de educación primaria.
Es por ello que Annis García, representante de un niño de primer grado, sostuvo que la educación, especialmente en el tema de valores, comienza en el hogar y en la escuela se refuerza y se brindan las herramientas para desarrollar el conocimiento.
“Yo, por ejemplo, en casa coloco a mi hijo a leer y le explico, ya cuando va a la escuela tiene la noción básica de lo que está haciendo y los valores, las normas de cortesía, porque uno predica con el ejemplo. Hay que educarlos desde el amor y nunca decirles que no sirven, hay que saber llamarles la atención sabiamente, sin abuso de autoridad y de la manera más positiva”, recalcó García.
Barcelona / Elisa Gómez
