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En Nueva York hubo sorpresas con la movilización espontánea de electores

octubre 22, 2023
A la carupanera Rosiannys Villarroel (a la izquierda) y a su familia, la distancia del recinto electoral, no le bajó el ánimo de participación / Fotos: Fernando Martínez

En el área triestatal de Nueva York, uno de los puntos emergentes de la diáspora venezolana en Estados Unidos, el día de las Primarias de la oposición trajo sus sorpresas. Pese a que por problemas financieros y logísticos, solamente se instalaron 15 mesas en una escuela pública en la ciudad de Nueva York, la movilización espontánea de centenares de electores, superó cualquier cálculo.

Por ejemplo, a la carupanera Rosiannys Villarroel,  como a miles, la distancia del recinto electoral, no le bajó el ánimo de expresar su opinión. 

Esta inmigrante sucrense, residenciada en Bridgeport, una ciudad ubicada en el estado de Connecticut, a 99 kilómetros del centro electoral instalado en el Bajo Manhattan, llegó al mediodía, de manera fluida votó, y tuvo ánimo de compartir en las afueras con sus compatriotas.

“Me parece que el deseo por tener un país libre, movió a mucha gente. Fueron varias horas para llegar aquí, pero no importa. Venezuela se merece esto y más”, exclamó Rosiannys, a las afueras de las escuela pública, en donde 7,150 sufragantes estaban inscritos para votar.

Históricamente en el área triestatal de Nueva York, conformada por Nueva Jersey y Connecticut, han funcionado más de 10 centros en las convocatorias comiciales venezolanas, inclusive cuando el padrón electoral, no superaba las 2,500 personas.

La ciudad de Nueva York se ha convertido desde 2022, en un epicentro de la inmigración venezolana. Solo desde el año pasado, algunas proyecciones indican que la presencia de estos nacionales en la ‘capital del mundo’, se ha disparado en un 400%. Para el año 2020, algunas aproximaciones censales oficiales, indicaban que no más de 23,000 venezolanos residían en el estado de Nueva York.

En las primeras horas de la mañana, cuando las mesas fueron instaladas, el proceso transcurrió con cierta lentitud, pero luego del mediodía se observó una oleada de votantes registrados, aunque también de venezolanos que pensaban que solo con su cédula de identidad, tenían la posibilidad de depositar la boleta.

“Vine desde Nueva Jersey porque había entendido que podía votar. Aquí me informaron que tenía que haber actualizado la dirección. De igual forma me emociona que haya venido tanta gente. Lamentablemente hubo poca información”, destacó la caraqueña Rosa Vásquez.

En efecto, uno de los grandes desafíos que enfrentó la Comisión de Primaria en Nueva York, fue que hasta hace pocos días, no se tenía definido un sitio de votación. Incluso se había corrido el rumor que el proceso no se realizaría.

Los tiempos para difundir la dirección del plantel escolar, en donde finalmente se realizó la consulta, fueron muy cortos. 

Por su parte, Leonel Flores, portavoz de la Comisión de Primaria en Nueva York, destacó que a pesar de los límites para promover “este evento democrático autogestionado y ciudadano, la voluntad de los inmigrantes venezolanos residenciados en esta área y de nuestros voluntarios, fue mucho más poderosa que las trabas”.

La lección aprendida

En general, esta cita electoral en la Gran Manzana se concretó teniendo como únicos aliados casi 50 voluntarios, la contribución económica de un grupo de migrantes, las redes sociales y la cercanía a una estación del tren accesible, al único recinto de votación abierto, para tres estados.

“Esta consulta nos dejó claro que con un aparataje electoral regular, hubiésemos podido diversificar y alcanzar a más ciudadanos. Puedo decir, que hemos tenido una gran respuesta sobre el ánimo de participación democrática en esta área, en donde la presencia de nuestra diáspora va en expansión”, concluyó Flores.

Al mediodía se calculaba que por lo menos, 20% del padrón electoral, ya había depositado su voto. El cierre de las mesas se tuvo que extender por 30 minutos más, por la presencia de electores en las colas.

En este panorama, no se percibieron interferencias de alguna maquinaria partidista, tratando de dirigir el voto hacia alguna opción, pero sí mensajes virales en redes sociales, tratando de disuadir la participación.

La jornada cerró sin inconvenientes y teniendo además a su favor, un clima de otoño agradable.

“Afortunadamente aquí el sistema de transporte funciona muy bien. Se puede llegar desde el último rincón de la ciudad aquí en el Subway por menos de cinco dólares, ida y vuelta. Viajé a Venezuela recientemente y no quiero que mi familia siga viviendo así. Ojalá que la próxima vez nos llamen a votar para unas elecciones justas. ¡Esto es una lucha!”, comentó Briseida Hernández, una inmigrante de Valencia, que tiene 10 años residenciada en Brooklyn, uno de los condados que conforman la Gran Manzana.

Nueva York / Fernando Martínez

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