La plaza Bombón de Barcelona, ubicada en el cruce de las avenidas Fuerzas Armadas y Miranda, nuevamente sirvió este lunes de escenario para agrupar a los empleados activos y jubilados de la administración pública que exigieron, entre otras cosas, aumentos de salarios y pensiones de acuerdo a la realidad que se vive en el país.
Y es que la mayoría de los manifestantes alegaron que el ingreso mínimo de Bs 130 quedó sepultado con la hiperinflación y dolarización de los precios, por lo que deben ingeniárselas para poder sobrevivir.
La actividad, que posteriormente se convirtió en una caminata hacia los alrededores de la gobernación de Anzoátegui, transcurrió entre gritos, consignas y con pancartas alusivas al rechazo del instructivo que maneja la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre) y la petición de indexar los salarios al costo de la canasta básica.
“Como educadora me uno a estas exigencias porque ellos están basados en los artículos de la Constitución que exigen un sueldo digno. Muchos piensan que este reclamo tiene tinte político pero eso no es así. Los educadores son los creadores de las demás carreras y hoy en día, aparte de que no hay maestros en las aulas debido a los pésimos sueldos, los que están deben lidiar en un salón de clases con el estómago vacío, sin zapatos ni ingresos suficientes para alimentar a sus hijos, pese a lo cual el gobierno, de forma desconsiderada les exige que permanezcan en las aulas”, expresó Alejandra Gómez, diputada del Consejo Legislativo del estado Anzoátegui (Cleanz).
La legisladora aseguró que por lo menos en la comuna de la zona rural Líderes de Naricual existió presión para que los docentes, trabajadores administrativos y obreros permanecieran en las instituciones este lunes, cuando estaba pautada la movilización.
“Hubo cierta presión y muchos firmaron su asistencia y se vinieron. Pero les dicen que les van a suspender el sueldo, que les van a quitar el puesto de trabajo y eso no es justo, no es legal”, enfatizó.
Barcelona / Elisa Gómez
