El embajador de España en Venezuela, Jesús Silva Fernández, viajó ayer en la noche a Madrid, tras ser declarado el pasado jueves "persona no grata" por el Gobierno venezolano, que le dio un plazo de 72 horas para abandonar el país.
Asimismo, resaltó que su país trabaja para "la reconciliación de los venezolanos, para que haya una vía de acuerdo, que permita una prosperidad, que permita libertad (...) que puedan respetarse los derechos de todas las personas en Venezuela".
Preguntado sobre si la decisión del Gobierno de Maduro de declararle persona no grata afecta al diálogo entre el chavismo y la oposición, el embajador dijo que en su opinión no es bueno decir que esto afecte las conversaciones.
"Por lo menos yo creo que no es bueno decir que el Gobierno expulsando al embajador de España lo que hace es perjudicar el proceso de diálogo, porque España y la embajada han sido un elemento que ha contribuido al diálogo y a acercar las posturas", pues "las primeras negociaciones tuvieron lugar en la sede de la embajada de España", dijo.
En ese sentido, remarcó que la negociación entre el Gobierno de Maduro y la oposición tiene que ser "de buena fe, con ánimo de que haya voluntad de acordar" y no solo de negociar.
Y abogó porque "sean al final los ciudadanos los que puedan libremente elegir lo que quieran que pase en el país y quién quieren que les gobierne".
Acerca de si su expulsión es irreversible indicó que "seguro que no es irreversible", pero que lo que no sabe "es cuánto tiempo tardará en hacerse reversible".
"Nuestro deseo es tener relaciones plenas cuando la situación lo permita", apuntó, y recalcó que la embajada y el consulado van a seguir funcionando.